EL VALOR DE LAS RELACIONES PÚBLICAS

Desde mi incursión en las Relaciones Públicas encontré un escenario colmado de distorsiones y confusiones debido a la existencia de desconcierto acerca de su verdadera connotación. Se tiene una idea deformada de su eficacia y analogía con el incremento de la producción, las ventas y la obtención de mayores utilidades. Todavía se perciben superflua y carente de correlación con las aspiraciones urgentes y preponderantes de una entidad. Perduran las erradas suposiciones y antojadizas interpretaciones.

En ocasiones quienes las utilizan -personas que adolecen de la formación para su ejercicio- y aquellos a los que están dirigidas esquivan poseer un concepto preciso de su rol, estructura y articulación. Éstas se parecen, por desgracia, a una “cajón de un sastre”: no necesariamente quienes están a cargo de su desempeño dominan sus técnicas y son profesionales en la materia. Su impecable ejercicio demanda un perfil que incorpore altísima educación, capacidad de diálogo, destrezas blandas, habilidades sociales, comunicación asertiva y una intención de construir una afable reciprocidad personal y colectiva.

Hice un viaje a una de las metrópolis más hermosas y poseedora de un rico pasado histórico para los peruanos: Cusco, proclamada “capital histórica” según la Constitución Política del Perú (1993). Un espacio en el que confluyen los orígenes de nuestros antepasados y una excepcional pluralidad cultural: lo considero un reducto de nuestra identidad. En aquel recorrido conversé con innumerables autoridades universitarias y municipales.

Enfrenté su inconsistente noción al comprobar que se tenía la impresión que el encargado de las RRPP era alguien de excelente presencia, vestimenta elegante, con don de gente, amplia sonrisa, incontables contactos, vastas vinculaciones en medios noticiosos y reluciente simpatía. En ocasiones estas son las “condiciones” en la selección del relacionista público; nada más absurdo y mundano. Esto acontece, entre otras causas, como resultado de la falta de expertos en Relaciones Públicas a cargo de su administración.

La ausencia de perspicacia de su trascendencia ha producido, casi en todos los países de la región, una desviación de sus propósitos. Hay quienes la resumen como una oficina dedicada a suministrar información, atender asuntos inherentes a protocolo, elaborar invitaciones y notas informativas, preparar conferencias de prensa y actos sociales, celebraciones y un sinfín de quehaceres accesorios para el devenir corporativo. Se mantienen errados razonamientos al respecto en el sector público y privado.

Mi experiencia me ha facilitado comprobar esa obstinada creencia que constituyen una forma encubierta de publicidad, establecimiento de contactos, cortesías, trato con medios de comunicación, eventos, etc. Para otros, por el contrario, es el área consignada a apaciguar conflictos generados por alguna instancia de la organización. Esta sensación -que sigue vigente- me ha creado elevados márgenes de infortunio. Evoco lo expuesto en la prestigiosa y documentada tercera edición del Webster’s New International Dictionary: “Las Relaciones Públicas son la promoción de simpatía y buena voluntad entre una persona, empresa o institución y otras personas, público especial o la comunidad en su conjunto, mediante la distribución de material interpretativo, el desarrollo del intercambio amistoso y la evaluación de la reacción pública».

Las RRPP no venden, ni generan directos beneficios económicos. Su finalidad es crear y sostener el clima de consideración, confianza y creencia con sus audiencias. Representa un espacio de acercamiento entre la entidad y su entorno para promover una imagen predestinada a facilitar, entre otras intenciones, procesos de negociación entre las partes interesadas. Es síntesis, es sinónimo de reputación, credibilidad y respeto.

Siempre insistiré en recomendar otorgarle los instrumentos tendientes a facilitar su misión y alcances, aun cuando sus resultados rehúyan percibirse habitualmente en el corto plazo. Al mismo tiempo, establece las condiciones imprescindibles para impulsar los proyectos de las áreas de marketing, publicidad, etc. con las que debe coordinar y evitar competir. Todo lo actuado en una organización debiera merecer su invariable aprobación, acompañamiento y supervisión.

Hace unos años me llamaron para asesorar a una consultora dedicada a brindar servicios ambientales en el sector minero, petrolero y gasífero. Allí constaté que lograr desplegar programas de RRPP demanda contar con el pleno respaldo de las altas instancias de la entidad. Pero, desde el primer día desafié un severo problema: la ausencia de habilidades blandas y empeño de sus directivos. Mientras me esforzaba para desplegar funciones tendientes a forjar un ámbito de trabajo cohesionado y armonioso, debía enfrentar la conducta hostil de gerentes con un comportamiento autoritario y, además, huérfanos de un enfoque serio del papel de éstas.

Como bien sabemos, quienes estamos identificados con esta disciplina, los integrantes de una compañía emiten buenas o malas Relaciones Públicas. Renunciemos individualizar su desenvolvimiento, como acaece con reiteración. Es una tarea compartida y asumida colectivamente, bajo la conducción del área especializada, a fin de garantizar la aplicación de programas afines a los objetivos organizacionales. Su desarrollo involucra objetivos, metas, acciones, presupuesto y la participación general y, por lo tanto, una actuación consecuente con las expectativas de sus audiencias.

Asimismo, tiene preponderante protagonismo la “identidad corporativa”. Podemos definirla como la manera de proyectarse y comunicar ante sus múltiples grupos de interés. Agrupa principios tangibles e intangibles. Es lo que representa la entidad; proporciona realce al consumidor; diferencia un negocio de otros; advierte sus objetivos, filosofía, actividades, creencias y valores. Su importancia radica, entre otros variados fines, por contribuir a fidelizar a su audiencia, mejorar la conciencia del cliente y agrandar la ventaja competitiva. Es su personalidad y la componen con particular énfasis: la misión, la visión y los valores.

Las Relaciones Públicas, podemos concluir que, aparte de otros elementos, se sustentan en sus valores corporativos. Éstos integran la cultura de la empresa y delimitan los aspectos y las ventajas comparativas que guiarán su desarrollo. Muestran sus creencias de manera compartida, estipulan la práctica de sus integrantes y se orientan en concordancia con sus planes de actuación. Tiene un lazo estrecho con la ética y los principios de la organización.

Éstas alentaron mi incursión, en las últimas décadas, en la etiqueta social, el protocolo y la atención al público y, de esta manera, descubrir la insoslayable interrelación e influencia entre estas disciplinas. La excelsa vinculación humana, basada en la certidumbre, la credibilidad y la honestidad, posibilita el éxito en la esfera empresarial. En tal sentido, forja, de manera sostenible, el próspero y conveniente clima de entendimiento para desplegar futuras negociaciones.

He constatado con recurrencia esta antítesis en entornos caracterizadas por ofrecer a sus colaboradores sólido entrenamiento. Sucedió hace un par de meses al ser convocado para asumir una capacitación. Un asistente preguntó: ¿Qué hacer cuando los conocimientos adquiridos se sortean aplicar con el quehacer interno? Tan aguda interrogante incomodó a quienes se sintieron aludidos. Contesté: “Uno de los pilares insoslayables de las RRPP es la congruencia y transparencia, de forma trasversal. El mundo de los negocios exige explícitas acciones que inspiren confianza y credibilidad”.

Expliqué con amplitud acerca de la imposibilidad de emplear las Relaciones Públicas en función de conveniencias y subjetividades. Deben estar presentes en los procesos y áreas de una institución de forma sostenible. Aconsejo monitorear su desenvolvimiento para detectar omisiones, deficiencias o aspectos susceptibles de corregirse.

Tenemos el imperativo de seguir abriendo trochas de entendiendo, diálogo, investigación, planeamiento, innovación, convicción y reflexión concernientes a su complejo, vigente y maravilloso desempeño. Venideras oportunidades permitirán irradiar ideas y aportes hacia ese ineludible propósito.

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Redactado por Wilfredo PÉREZ, especialista en etiqueta

29 Diciembre 2024, Peru

Categoria: Diplomacia

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LA CULTURA FRENTE A LA ETIQUETA Y EL PROTOCOLO INTERNACIONAL

Comprender los matices del comportamiento humano y las expectativas sociales es crucial en la era de la globalización, en la que las interacciones trascienden las fronteras nacionales y las normas culturales. Dos factores rigen estas relaciones: la cultura y la etiqueta. A pesar de sus conexiones, difieren en sus significados y expresiones. El protocolo internacional sirve de guía estructurada para navegar por los compromisos transculturales y añade otro nivel de complejidad. El examen de estas tres áreas nos permite analizar sus diferencias, conexiones e importancia a la hora de promover unas relaciones internacionales fructíferas.

Comprender la cultura: La base de la interacción humana

La cultura es un sistema global de valores, creencias, tradiciones y prácticas que definen a un grupo de personas. Conforma la identidad, influye en la toma de decisiones y proporciona una lente a través de la cual los individuos interpretan el mundo. Además, forma parte de todas las facetas de la vida humana, desde la lengua y la religión hasta el arte y las normas sociales.

Por ejemplo, en Japón la reverencia no es sólo un gesto de cortesía, sino un símbolo cultural de respeto y jerarquía. En cambio, en algunas partes de Europa, un apretón de manos firme transmite confianza y sinceridad. Estas acciones se derivan de valores culturales profundamente arraigados, que reflejan la manera en que las sociedades dan prioridad a determinados rasgos o relaciones.

La cultura es dinámica y cambia a medida que lo hace la sociedad. Sin embargo, sus componentes fundamentales perduran, ofreciendo continuidad a través de las generaciones. Debido a esta estabilidad, la sensibilidad cultural es esencial para las personas que interactúan globalmente. El desconocimiento de sus normas puede dar lugar a errores de comunicación, relaciones tensas o incluso ofensas involuntarias. Por ejemplo, podría interpretarse como una falta de respeto o seriedad no comprender la importancia de la puntualidad en la cultura empresarial alemana.

Etiqueta: Las reglas del juego

La etiqueta es un subconjunto de la cultura que se centra en las pautas y convenciones que rigen las interacciones sociales y profesionales. Mientras que la cultura proporciona el «por qué», la etiqueta ofrece el «cómo». Define el comportamiento adecuado en contextos específicos, garantizando una comunicación fluida y respetuosa.

La etiqueta puede variar mucho de una cultura a otra y de una situación a otra. Los modales en la mesa, por ejemplo, difieren mucho de un país a otro. En los países europeos, la etiqueta en la buena mesa hace hincapié en el uso de los cubiertos y en saborear correctamente las comidas. En cambio, en algunas culturas de Oriente Medio y África, comer con las manos es costumbre y signo de autenticidad.

La globalización y la comunicación contemporánea también influyen en el modo en que la etiqueta cambia con el tiempo. Por ejemplo, el aumento de las interacciones digitales ha propiciado el desarrollo de la «netiqueta», un conjunto de normas de comportamiento en línea. En los correos electrónicos profesionales, dirigirse formalmente a los destinatarios y corregir los errores son elementos esenciales de la etiqueta moderna, que trascienden las fronteras culturales.

Protocolo internacional: El arte de la diplomacia

El protocolo internacional combina la conciencia cultural y la etiqueta con directrices formalizadas para las interacciones oficiales. Arraigado en la diplomacia, garantiza que los compromisos entre naciones, organizaciones e individuos se desarrollen de forma fluida y respetuosa.

Abarca toda una serie de actividades, desde la disposición de los asientos en las cenas de Estado hasta el intercambio de regalos durante las visitas diplomáticas. Tiene en cuenta las distinciones jerárquicas, las sensibilidades culturales y las tradiciones ceremoniales. Como ejemplo podemos citar la elección de los himnos nacionales, las banderas e incluso los arreglos florales pueden tener un gran significado durante las visitas de Estado.

Un aspecto crítico del protocolo internacional es la precedencia. Es decir, el orden en que se reconoce o se sienta a las personas en función de su rango o posición. Si no se respeta el procedimiento adecuado, se pueden cometer errores diplomáticos que pueden tensar las relaciones entre las entidades.

Conectividad entre cultura, etiqueta y protocolo

Aunque la cultura, la etiqueta y el protocolo internacional son distintos, se entrecruzan de diversas maneras. La cultura proporciona el contexto, la etiqueta ofrece las directrices y el protocolo formaliza estas directrices. Comprender esta interconexión es primordial para las personas y organizaciones que operan a escala internacional.

Pensemos en una negociación empresarial multinacional. La conciencia cultural permite a los participantes reconocer y respetar los valores y estilos de comunicación de sus homólogos. La etiqueta garantiza que interacciones como los saludos, los intercambios de regalos y las cenas se desarrollen sin problemas. El protocolo establece el marco formal, abordando el orden del día de las reuniones y la disposición de los asientos. Ignorar cualquiera de estos factores puede poner en peligro el resultado.

Entender lo que funciona

Dadas las complejidades de la cultura, la etiqueta y el protocolo internacional, ¿cómo pueden las personas y las organizaciones desenvolverse con eficacia en este panorama? He aquí algunas estrategias:

  • Invertir en inteligencia cultural: consiste en comprender y adaptarse a diferentes contextos culturales. Incluye componentes cognitivos, emocionales y de comportamiento. Al desarrollar la CQ, las personas pueden abordar las interacciones interculturales con empatía y adaptabilidad.
  • Contratar a expertos: las organizaciones pueden beneficiarse de la contratación de consultores de protocolo y etiqueta especializados en relaciones internacionales. Estos profesionales aportan una visión inestimable para navegar por los matices culturales y evitar posibles escollos.
  • Aprendizaje continuo: el panorama mundial evoluciona constantemente, con la aparición de nuevas tendencias culturales y normas de etiqueta. Mantenerse informado a través de libros, seminarios y talleres garantiza que los asistentes puedan sortear estos cambios.
  • Practicar la comunicación consciente: la comunicación eficaz va más allá de las palabras. Las señales no verbales, como el lenguaje corporal y el contacto visual, varían de una cultura a otra y transmiten significativamente respeto y comprensión.
  • Aprovechar la tecnología: en el mundo interconectado de hoy, las plataformas digitales pueden facilitar la educación cultural. Las simulaciones de realidad virtual, por ejemplo, permiten experimentar y practicar la etiqueta en diversos entornos culturales.
  • Respetar las costumbres locales: aunque principios universales como la amabilidad y el respeto se aplican en todas partes, adaptarse a las costumbres locales demuestra un esfuerzo genuino y sinceridad. Aprender algunas frases en el idioma local puede dejar una impresión positiva duradera.

En conclusión, en un mundo globalizado, las líneas que separan la cultura, la etiqueta y el protocolo internacional a menudo se entrecruzan y pueden desdibujarse. Cada elemento desempeña un papel vital en la comunicación e interacción personal, profesional o diplomática. Al reconocer sus diferencias e interconexiones, los individuos y las organizaciones pueden navegar por las complejidades del compromiso global con confianza y elegancia.

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Redactado por Christopher CROSSLEY, Profesional de estilo de vida de lujo.

29 Diciembre 2024, Trinidad and Tobago 

Categoria: Inteligencia cultural

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EL IMPACTO DE LA CULTURA EN EL COMPORTAMIENTO Y LA COMUNICACIÓN

La cultura es el marco invisible que configura la forma en que los individuos piensan, se comportan y se comunican. Un conjunto compartido de valores, creencias, normas y prácticas que influyen en todos los aspectos de sus interacciones suele definir a un grupo. En un mundo cada vez más interconectado, comprender su impacto en el comportamiento y la comunicación es esencial para desarrollar relaciones significativas y alcanzar el éxito en las relaciones personales, profesionales e internacionales.

La cultura es algo más que tradiciones, festivales o rituales; es la forma en que las personas perciben el mundo e interactúan con él. Fundamentalmente, influye en los valores, las normas, las creencias y los símbolos. Los valores, como el individualismo frente al colectivismo, definen lo que una comunidad considera significativo.

Mientras que las creencias intervienen en las percepciones de la realidad, la moralidad y el propósito, las normas establecen los estándares de comportamiento aceptados dentro de un grupo. Símbolos como el lenguaje, los gestos y los artefactos transmiten y arraigan la identidad cultural. A su vez, el comportamiento refleja estos fundamentos culturales. Por ejemplo, las culturas individualistas como la estadounidense fomentan la autoexpresión y los logros personales. En cambio, en las culturas en las que prima el colectivismo, como Japón y China, los individuos pueden dar prioridad a la armonía del grupo y evitar acciones que perturben al colectivo.

La teoría de las dimensiones culturales de Geert Hofstede ofrece un valioso marco para comprender cómo la cultura determina el comportamiento. La distancia de poder, por ejemplo, refleja hasta qué punto se aceptan las diferencias jerárquicas. Las culturas con gran distancia de poder, como India o Malasia, tienden a respetar la autoridad y a adherirse a estructuras formales, mientras que las culturas con poca distancia de poder, como Dinamarca y Nueva Zelanda, valoran la igualdad y fomentan el diálogo abierto.

Otra dimensión crítica es la distinción entre individualismo y colectivismo. Las culturas individualistas hacen hincapié en los objetivos personales y la independencia, mientras que las colectivistas priorizan la lealtad al grupo y la interdependencia. La evitación de la incertidumbre explora cómo manejan las culturas la ambigüedad; las culturas que evitan mucho la incertidumbre, como Grecia o Japón, prefieren entornos estructurados y normas transparentes, mientras que las culturas que evitan poco la incertidumbre, como Suecia o Singapur, se sienten más cómodas con la ambigüedad y la asunción de riesgos.

La masculinidad frente a la feminidad diferencia a las culturas que valoran la competición, los logros y el éxito material de las que dan prioridad a los cuidados, la calidad de vida y la cooperación. Por último, la orientación a largo plazo frente a la orientación a corto plazo contrasta las culturas que se centran en las recompensas futuras, la perseverancia y el ahorro con las que hacen hincapié en los resultados inmediatos y el mantenimiento de las tradiciones. Estas dimensiones ayudan a comprender cómo influyen los valores culturales en la toma de decisiones, la resolución de conflictos y los estilos de liderazgo.

La cultura influye mucho en la comunicación, pues dicta no sólo lo que se dice, sino cómo se dice y, lo que es más importante, cómo se entiende. Las culturas de contexto elevado, como Japón o Arabia Saudí, se basan en la comunicación implícita, en la que gran parte del significado se deriva de las señales no verbales, el contexto y el entendimiento compartido. Por el contrario, las culturas de bajo contexto, como Alemania o Estados Unidos, dan prioridad a la comunicación explícita y directa, en la que el mensaje se transmite principalmente a través de las palabras. Del mismo modo, la comunicación directa y sin ambigüedades, frecuente en las culturas occidentales. En cambio, la comunicación indirecta, habitual en muchas culturas asiáticas y africanas, utiliza la sutileza y las señales no verbales para transmitir el significado sin confrontación. Por ejemplo, mantener el contacto visual es un signo de confianza en las culturas occidentales, pero puede considerarse irrespetuoso en algunas culturas asiáticas y de Oriente Medio.

Cuando no se reconocen o respetan las diferencias culturales en la comunicación, pueden producirse malentendidos. Incluso cuando las personas hablan el mismo idioma, las expresiones idiomáticas, el humor y los coloquialismos de culturas diferentes pueden ser difíciles de traducir, lo que puede confundir. Otro problema son las interpretaciones no verbales erróneas, ya que los gestos y expresiones considerados positivos en una cultura pueden considerarse irrespetuosos en otra. Por ejemplo, el gesto de «pulgar hacia arriba» es un signo de aprobación en muchas culturas occidentales, pero tiene connotaciones negativas en algunas partes de Oriente Medio.

Las suposiciones y los estereotipos sobre otras culturas pueden dar lugar a juicios erróneos, mientras que el etnocentrismo, la creencia de que la cultura propia es superior, puede crear prejuicios y reducir la empatía hacia perspectivas diferentes. Para superar estas barreras y mejorar la comunicación intercultural, es esencial desarrollar la conciencia cultural, practicar la escucha activa y adaptar los estilos de comunicación.

Aprender sobre los antecedentes culturales, los valores y los estilos de comunicación de las personas con las que se entra en contacto, evitando al mismo tiempo las generalizaciones y tratando a cada persona con respeto.  La escucha activa requiere observar las pistas verbales y no verbales, y pedir aclaraciones para garantizar la comprensión mutua. Ser adaptable y modificar el enfoque para adecuarlo a las preferencias culturales se conoce como «adaptar los estilos de comunicación». Se puede utilizar un lenguaje indirecto al hablar con personas de culturas de contexto elevado. También es fundamental utilizar un lenguaje sencillo y evitar las expresiones idiomáticas, el argot y la jerga, que no se transfieren bien de una cultura a otra. Establecer relaciones fomenta la confianza y la compenetración, lo que puede mitigar los malentendidos, especialmente en culturas que valoran más las relaciones que las tareas, como México o la India.

Buscar feedback fomenta la comunicación abierta para identificar y abordar cualquier laguna comunicativa, garantizando la receptividad a la crítica constructiva y la voluntad de hacer ajustes.

En la era digital, la tecnología ha transformado la forma de comunicarse entre culturas. Las reuniones virtuales, el correo electrónico y la mensajería instantánea permiten una conectividad global, pero plantean retos únicos. Por ejemplo, la falta de señales no verbales en la comunicación escrita puede dar lugar a interpretaciones erróneas. La comunicación por vídeo, que proporciona un contexto visual y ayuda a los participantes a interpretar las señales no verbales, es necesaria para superar estos retos. Tener en cuenta las zonas horarias y los horarios muestra respeto por los demás, adaptándose a las diferentes zonas horarias y fiestas culturales.

Además, es esencial adaptar las herramientas de comunicación, como programas de traducción y plataformas multilingües, para salvar las barreras lingüísticas y mejorar las interacciones interculturales.

En conclusión, la cultura afecta profundamente al comportamiento y la comunicación, influyendo en la forma en que los individuos perciben, interpretan y responden a las interacciones. Comprender y respetar sus diferencias ya no es opcional, sino esencial en una sociedad globalizada. Los individuos y las organizaciones pueden navegar por las complejidades culturales y desarrollar relaciones más sólidas e integradoras desarrollando la conciencia cultural, adaptando los estilos de comunicación y aprovechando la tecnología. Aceptar la diversidad cultural mejora la comunicación y fomenta la innovación, la empatía y el respeto mutuo en un mundo cada vez más interconectado.

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Referencias

  1. Hofstede, G. (2001). Culture’s Consequences: Comparing Values, Behaviors, Institutions, and Organizations Across Nations. Sage Publications.
  2. Ting-Toomey, S. (1999). Communicating Across Cultures. The Guilford Press.
  3. Trompenaars, F., y Hampden-Turner, C. (2012). Riding the Waves of Culture: Understanding Diversity in Global Business. McGraw-Hill Education.
  4. Lewis, R. D. (2006). When Cultures Collide: Leading Across Cultures. Nicholas Brealey Publishing.
  5. Moran, R. T., Abramson, N. R. y Moran, S. V. (2014). Gestión de las diferencias culturales. Routledge.
  6. Meyer, E. (2014). The Culture Map: Rompiendo las fronteras invisibles de los negocios globales. PublicAffairs.
  7. Spencer-Oatey, H., y Franklin, P. (2009). Intercultural Interaction: A Multidisciplinary Approach to Intercultural Communication. Palgrave Macmillan.

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29 Diciembre 2024, Trinidad and Tobago 

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U.A.E UNION DAY

-UAE Union Day 2024-

With great pleasure, ProtocolToday participated in the reception to mark the occasion of the UAE’s 53rd Union Day. We sincerely thank the organizers for the kind invitation and are proud to celebrate this historic day, reaffirming our continued support for our valued partners in the UAE.

Adriana Flores, Executive Director of ProtocolToday, was honoured to represent the company at the event, where she met with distinguished guests and engaged in meaningful discussions.

On December 2nd, 1971, the United Arab Emirates was founded, uniting seven emirates under one flag. This day, UAE Union Day, honours the vision and determination of the founding leaders, particularly Sheikh Zayed bin Sultan Al Nahyan, the first President of the UAE. His leadership transformed the UAE into a modern and thriving nation, making it a global hub for business, culture, and innovation.

During the event, we had the honour of meeting Mr Ali Rashed Alshehhi, Charge d’Affaires a.i. of the Embassy of the United Arab Emirates to the Kingdom of the Netherlands.

Here’s to a bright future and continued collaboration with our dearest partners in the UAE!

«We are a capacity development company connecting values, cultures, organisations, individuals and societies around the world

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SUCCESSFUL YEAR 2024

Gracias por su confianza y colaboración con ProtocolToday durante 2024.

Estimados amigos,

En 2024, fuimos testigos de un año extraordinario lleno de ideas y actividades innovadoras para educar y conectar a personas de diversos orígenes en todo el mundo.

Uno de nuestros momentos más destacados fue el seminario seminario internacional «Las mujeres como embajadoras culturales» en el Día Internacional de la Mujer. Estamos orgullosos de haber podido dar cabida a un equipo diverso de oradoras inspiradoras que compartieron sus experiencias de vida con una audiencia global.

Hemos ampliado nuestro equipo con Elsa Wilkin-Armbrister como nuestra practicante autorizada en el Reino Unido. Elsa es una profesional experimentada reconocida por su experiencia en diplomacia cultural, marca nacional, marketing internacional y gestión de equipos en exposiciones mundiales. Además del Reino Unido, también operará en algunos países del Caribe.

Nuestra cartera de servicios, «El arte de regalar», está en pleno funcionamiento para obsequios exclusivos para relaciones profesionales y privadas. Seguimos desarrollando obsequios únicos y diseñados para nuestros miembros y comunidades.

Hemos formalizado nuestra alianza con la Fundación Honoris Causa Internacional, una FHC mexicana de los Países Bajos. FHC es una asociación civil con un comité ciudadano y diplomático, fundaciones y miembros académicos universitarios.

Otro momento destacado del año fue mi membresía en los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres (WEPs), establecidos por ONU Mujeres y el Pacto Mundial de las Naciones Unidas para promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.

 

A lo largo del año, hemos implementado numerosos proyectos, cada uno de ellos destinado a mejorar las habilidades blandas, obtener habilidades de mentalidad global y conectividad global.

En nombre de todo el equipo de ProtocolToday, nos gustaría desearles un Feliz año 2025.

Mtra. Adriana Flores
Directora Executiva de ProtocolToday
Presidente FHC Paises Bajos e Iberomericanas

PROTOCOLTODAY FORMA PARTE DE WEPs

04 Noviembre 2024
ProtocolToday es una de las 100 Nerlandesas que apoyan a la Naciones Unidas Mujeres atravez de Women through Women Empowerment Principles (WEPs).

ProtocolToday ha adoptado los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres (WEPs) de las Naciones Unidas como parte de su compromiso de promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en el lugar de trabajo, el mercado y la comunidad.

La directora ejecutiva de ProtocolToday, Adriana Flores González, MA, firmó los Principios el 4 de noviembre de 2024 en una ceremonia especial en La Haya y fue felicitada por Sima Bahous, Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas, y Sandra Ojiambo, Directora Ejecutiva del Pacto Mundial de las Naciones Unidas.

La directora ejecutiva, Adriana Flores, dijo: «Estamos encantados de suscribir estos principios; los implementaremos con acciones concretas como un programa de capacitación dedicado para mujeres para impulsar sus capacidades empresariales y habilidades blandas, la creación de una plataforma internacional en línea para que las mujeres aprendan unas de otras y compartan conocimientos y experiencias, y esperamos tenerlos en funcionamiento para marzo de 2025».

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Sobre ProtocolToday

ProtocolToday®, con sede en La Haya (Países Bajos), es una organización experta en protocolo internacional, diplomacia, habilidades interpersonales, etiqueta empresarial e inteligencia cultural internacional, y ofrece programas de formación personalizados y basados ​​en soluciones en los sectores público y privado.

Colaboramos con nuestra red global y nuestra amplia experiencia en negocios y en el trato con personas de todo el mundo. Capacitamos a ejecutivos para que utilicen el poder blando y duro en sectores con y sin fines de lucro, públicos y gubernamentales en todo el mundo.