ETIQUETA SOCIAL: “NADIE LO HACE” O “TODOS HACEN LO CONTRATIO”

En múltiples ocasiones escucho aseveraciones como “nadie lo hace” o “todos hacen lo contrario”. Estas expresiones carecerían de mayores implicancias sino fuese por estar formuladas -a partir de mi quehacer personal- para librarse de proceder de una forma correcta y conveniente, debido a la inseguridad imperante. Igualmente, sus lamentables connotaciones me causan un rechazo irrevocable.

En una clase acerca de la etiqueta en las redes sociales me referí a la importancia, como manifestación de afabilidad y cortesía, de escribir un mensaje de agradecimiento y/o bienvenida al establecer un nuevo contacto en medios virtuales como facebook, instagram, linkedin, etc. Los participantes, a pesar de parecerles atinado y elegante el planteamiento, respondieron en conjunto “nadie la hace”.

En otra oportunidad me encontraba explicando la conveniencia de eludir emplear el teléfono celular -salvo una probada emergencia- cuando estamos compartiendo con otras personas, en la esfera amical, familiar o laboral. Inmediatamente recibí la colosal aprobación de los concurrentes a mis severas afirmaciones concernientes a la ausencia de mínimos escrúpulos en innumerables individuos. Prácticamente existe un espíritu de resignación frente esta novedosa indelicadeza. El comentario no tardó en ser “todos hace lo contrario”.

En una disertación para una prestigiosa corporación advertí de las repercusiones y beneficios de la costumbre de saludar -como revelación de una sana conexión interpersonal- y su impacto en las relaciones humanas en el ámbito interno y externo de una organización. Puse como referente lo siguiente: debe saludar quien ingresa a un lugar, sin distinción de sexo, edad o jerarquía. De inmediato escuché como contestación unísona “nadie la hace”.

Al presentarme en mi primera jornada de clase expresé, como es siempre habitual, mi amplia disposición de atender sus consultas e inquietudes con agrado y que, además, pueden escribirme con plena libertad para atender sus correos por las diversas plataformas. Detallé que, siendo estudiantes de la asignatura de etiqueta social y protocolo, sería acertado agradecer las comunicaciones de sus profesores. La reacción unánime de sorpresa fue “nadie lo hace”.

Más recientemente conferencié en un gremio empresarial. Un capítulo de mi intervención estuvo reservada a dilucidar la íntima vinculación de la ética y la etiqueta ejecutiva en el mundo de los negocios y, especialmente, aludí a la trascendencia de lucir un comportamiento digno, transparente y caracterizado por incuestionables valores. Expliqué la interacción del respeto, la puntualidad, el diálogo, la tolerancia, entre otros, como componentes en el cabal perfil integral profesional. Más de un asistente dijo “todos hace lo contrario”.

Mi dilatada experiencia me posibilita confirmar que estos reiterados testimonios están acompañados de la evidente e indisimulada intención de asegurar que lo sostenido sería lo adecuado. No obstante, subsiste un ineludible temor de adjudicarse una determinación ajena o discordante con la actuación de la mayoría. Allí es cuando me detengo, como en otros tantos momentos, a pensar en esa necesidad reinante, en innumerables hombres y mujeres, de obtener el beneplácito público. Sin duda, estamos ante una fatal carencia de autovaloración, firmeza, certidumbre, arrojo e incluso autonomía en las decisiones arrogadas.

Reafirmo lo expuesto en infinidad de certámenes académicos: el ejercicio inalterable de la excelsa educación -en todo tiempo, espacio y acontecimiento- distingue a quien la ejerce, irradia seguridad, enaltece, genera atracción y simpatía y, por lo tanto, facilita una óptima convivencia dentro de un marco de consideración y afabilidad. De allí que, debemos soslayar emplear estas frases para amparar una postura privada de elementales modales. Apliquemos el sentido común, el tino y la pertinencia.

En tal sentido, se requiere afianzar los niveles de autoestima y habilidades blandas para contar con el juicio crítico, la capacidad reflexiva y la voluntad para garantizar que las personas se conduzcan en función de sus convicciones, creencias, principios e intereses. Cuando escuchamos los vocablos “nadie lo hace” o “todos hacen lo contrario” -con cierto ánimo de coartada- tenemos la oportunidad de demostrar que estamos ajenos a la influencia y el reconocimiento del entorno. Insisto: revelemos una potencial autonomía para deliberar en consonancia con nuestra identidad; no en función del aplauso o de la coincidencia colectiva.

En estas eventualidades asumamos el reto de dejar ver, sin ambigüedades, nuestra cualitativa diferencia. Será una manera de exhibir solvente personalidad, atinada educación e innegables destrezas sociales. Esquivemos observar la urbanidad, la amabilidad y la corrección como una camisa de fuerza orientada a limitar nuestras acciones; únicamente, engloban sugerencias encaminadas, de forma homogénea, hacia un sobresaliente lazo humano. En síntesis, es un significativo e invalorable componente destinado a elevar nuestra calidad de vida.

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Redactado por Wilfredo Pérez Ruiz, Docente, comunicador y consultor en protocolo, ceremonial, etiqueta social y relaciones públicas. 

30 de Abril 2024, Perú 

Categoría: Etiqueta de negocios

Referencia: WP300424EN

“Somos una empresa de desarrollo de capacidades que conecta valores, culturas, organizaciones, individuos y sociedades en todo el mundo”

LA ETIQUETA Y EL PROTOCOLO SON COMO UNA LLAVE DE ACCESO A UN NUEVO MUNDO. 

Reflexiones de los alumnos de la Academia ProtocolToday.
Introducción 

En el idioma español la expresión “la cereza en el pastel” hace referencia a que algo puede ser muy bueno, pero siempre se puede mejorar, agregándole algo que lo haga perfecto, o en el lenguaje de pastelería, algo que lo termine de hacer aún más “irresistible”. Por eso se habla de poner una cereza en el pastel, para que ese detalle de una cereza en lo alto del pastel complemente y haga de la receta algo todavía más suculento y delicioso. En este ejemplo puedo resumir lo que he descubierto con un nuevo mundo que existía, pero desconocía: el sutil y poderoso arte de la etiqueta y el protocolo.  

Una herramienta atractiva 

Entendiendo que la etiqueta y el protocolo son fundamentales en el ámbito profesional y personal, porque contribuyen a la creación de una imagen positiva y a la construcción de relaciones efectivas. En el contexto de mi trabajo como coach y conferencista internacional, la aplicación de la etiqueta y el protocolo puede tener varios beneficios, entre ellos, la creación de una Imagen profesional; Establecimiento de relaciones comerciales más fuertes y duraderas; respeto por la diversidad cultural; manejo de situaciones delicadas y ese poderoso y atractivo encanto de dar una excelente impresión con las buenas maneras. 

Desde cómo se toma una tarjeta de negocios, que, aunque prefiero en lo personal usar menos papel, -estas tarjetas se siguen usando a pesar de los códigos de barra y la red LinkedIn-, hasta como comer en la mesa al lado de un embajador, la etiqueta y el protocolo son como una llave de acceso a un nuevo mundo.  

Es posible que hayas vivido sin esa llave toda tu vida y sientas que es suficiente con lo que ya sabes, pero con esta nueva llave de acceso descubrirás la entrada a un mundo que tal vez, no sabias que existía y que muy posiblemente te va a gustar porque lo encontrarás productivo y rentable. 

La llave de acceso 

Mi mundo es el sector cooperativo y la formación empresarial para mejorar productividad a partir de una cultura de la cooperación. Inicialmente solo había entendido que un conocimiento de etiqueta y protocolo me había permitido realizar eventos de mayor calidad y siguiendo las reglas claves para atender invitados especiales o seguir un orden en las presentaciones de una persona a otra. Pero eso es solo el principio. 

El protocolo en mi actividad profesional es una llave que abre la mente para comprender nuevos temas y habilidades blandas y que hacen la diferencia en el mercado, incluso frente a personas o empresas que trabajan en mi sector. 

Entender los protocolos y la etiqueta de acuerdo con la cultura, la religión y los contextos empresariales específicos de cada país es crucial en el ámbito internacional debido a la diversidad inherente en estos aspectos. Pero, sobre todo, me han permitido entender aún más asuntos que ignoraba como la cooperación y la solidaridad.  

Cada cultura tiene sus propias normas y expectativas sociales, y el desconocimiento o la falta de respeto hacia estas puede llevar a malentendidos y tensiones innecesarias. La etiqueta cultural abarca desde los saludos y gestos hasta las prácticas de negocios, y comprender estas sutilezas permite establecer conexiones más profundas y respetuosas, incluso para fomentar la cooperación y la solidaridad.  

Desconocer o malinterpretar las consideraciones religiosas puede resultar en falta de sensibilidad cultural y, en última instancia, en la pérdida de oportunidades profesionales o en la creación de tensiones innecesarias que impiden lograr relaciones de cooperación y ayuda mutua.  

Por supuesto, en un contexto empresarial global, adaptarse a las normas y expectativas específicas de cada país es esencial para construir relaciones sólidas y para el éxito de las transacciones comerciales. En mi visión particular, es una forma de decirle a los clientes que me he tomado el tiempo de entender sus códigos y sus costumbres, sus reglas de juego y su forma de ver el mundo. Solo si comprendo su contexto particular, puedo ahondar en la manera de ayudarles en desarrollar estrategias de cooperación y de solidaridad. 

A manera de conclusión 

Los contextos empresariales varían ampliamente en todo el mundo, desde estilos de liderazgo hasta prácticas de negociación y de cooperación. Comprender esos estilos y respetar las normas empresariales locales puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Las empresas y profesionales que comprenden y aplican la etiqueta y los protocolos de manera adecuada demuestran un compromiso genuino con la adaptación cultural, fortaleciendo así sus relaciones comerciales y su reputación a nivel global. Qué lástima que no hubiera adquirido antes mayores conocimientos sobre la etiqueta y el protocolo empresarial, pero me alegra inmensamente contar ahora con esta llave de acceso.  

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Redactado por Darío Castillo Sandoval, Economista, especialista en planificación local y desarrollo regional, maestría en desarrollo rural.

19 de Febrero 2024, Canada

Categoria: Etiqueta de Negocios 

Referencia: DC19022024BE    

“Somos una empresa de desarrollo de capacidades que conecta valores, culturas, organizaciones, individuos y sociedades en todo el mundo”

¿SOLO HAY UNA FORMA CORRECTA DE COMER?

Hace varios siglos, el Protocolo social y la Etiqueta en la mesa occidental, permitieron que la imagen y el desarrollo en la forma de comer, revelaran el nivel de educación de las personas con un estilo de vida social o un estatus privilegiado, como sucedía en las antiguas monarquías, donde el cortesano era conocido y elegido, para tal comportamiento.

Gracias a la globalización, sería de esperar que en nuestros tiempos, una gran mayoría conozca este desarrollo, el cual debe ser natural y bien manejado, pero principalmente, adecuado a los usos y costumbres de las diferentes sociedades que conforman nuestros hemisferios.

Así como el sushi se puso de moda y muchos se esfuerzan por comer con palillos, sería interesante que existiera una inquietud similar por aprender a comer correctamente con cuchillo, tenedor y cuchara u otras formas que toman otras culturas.

Es sabido que desde el siglo pasado, el mundo diplomático se ha enfocado en el “Estilo Continental” el cual es considerado el estilo elegante, formal, práctico y “universalizado” para los negocios y reuniones de alto nivel, sin embargo, no se puede negar. que el “Estilo Americano” existe, o con los dedos, o con cuchara y tenedor, o con palillos, o con las tradiciones de un “Estilo Europeo” -(asimilado por muchos al estilo continental)- que se niega a desaparecer.

Y aunque todavía se ve en foros y grupos de participación sobre estos temas, que hay posturas radicales de especialistas en estas materias en relación a “cuál es el estilo correcto de comer” descalificando lo que no se parece al estilo continental (muchas veces mal enseñado) , somos los especialistas que defendemos el RESPETO, la buena EDUCACIÓN y el SENTIDO COMÚN como fundamentos del buen comportamiento, guiándonos para adaptarnos a los usos y costumbres de la amplia diversidad mundial.

Es posible que, cuando nos dejamos llevar por las convenciones, pequemos de irrespetuosos y faltos de buenos modales. Como ejemplo, fue el caso tan mencionado en Canadá, en 2006, cuando el niño filipino Luc Cagadoc, entonces de siete años, fue humillado repetidamente junto con su madre por las autoridades de su escuela Lalande en Roxboro, por actuar de acuerdo con su cultura comiendo con tenedor y cuchara y no comiendo “correctamente” con cuchillo y tenedor, como se come en Canadá.

Algo similar ocurre con los “expertos” que insisten en abolir el “American Way” porque lo consideran poco práctico o inadecuado. ¿Será que ellos también estarían dispuestos a dar la vuelta al mundo para juzgar y criticar las otras formas de comer que no encajan con el estilo que recién se impuso a finales del siglo pasado como moda?

Debemos responder con eficacia a la necesidad de acomodarnos con mente abierta a las diferencias que enriquecen la culturalidad de nuestro planeta. Aquellas culturas que históricamente han ido modificando procedimientos y prácticas que desde sus orígenes han dado lugar a prácticas actuales como el “Estilo Continental”, el “Estilo Americano, Zigzag o Switch” y el “Estilo Europeo o Híbrido/Fusión” que trae consigo juntas las formas “británicas”, “francesas”, “italianas” o “alemanas” que históricamente, gracias a las casas reales y la aristocracia, marcaron tendencia para el mundo occidental, así como otras culturas, establecieron sus diferentes formas de comer, gracias a la religión u otras tradiciones particulares.

Por todo lo escrito, los “expertos” actuales deben ser llamados a mostrar nuestra pericia con todo el conocimiento que involucra la inteligencia cultural exigida en estos tiempos, para cumplir un rol completo de enseñanza, sin posiciones obtusas e irrespetuosas, que muchas veces solo confunden. aquellos que quieran o necesiten saber más sobre estos temas.

Finalmente, para aclarar los conceptos expresados, se señalan estos criterios, los cuales quedan expuestos abiertamente para la consideración y opinión de los lectores, conocedores del tema:

  • El ‘Estilo Continental’ surgió como moda en Europa (Inglaterra y Francia) a mediados del siglo XX y con el tiempo se convirtió en el estilo mundialmente aceptado para poner en práctica la forma occidental de comer con cuchillo y tenedor, como el ‘estilo diplomático’.
  • El ‘Estilo de 4 Pasos’ utilizado para comer desde la Edad Media antes de la aceptación del tenedor, fue la raíz del ‘Estilo Americano’ y otros estilos europeos o híbridos que, en muchos casos, se esfuerzan por mantenerse vigentes hasta hoy, en algunas sociedades conservadoras.
  • Los “Estilos híbridos” o “Fusión” han surgido gracias al uso del ‘Estilo de cuatro pasos’ practicados en muchas escuelas europeas antiguas con la inclusión del “Estilo Continental”, permitiendo formatos que se enseñan con ciertas variaciones hasta hoy.
  • Los instructores de “Etiqueta a la Mesa”, están en la obligación de conocer estos referentes históricos y las variaciones que existen en el mundo, para enseñar con claridad a sus estudiantes, las diferentes formas, sin dar lugar a lamentables confusiones que surgen cuando se convive con las diferentes culturas de los países europeos y otros continentes, que generalmente, muestran costumbres totalmente ajenas a la instrucción inicial y convencional.
  • Los expertos en “Etiqueta y Protocolo”, deberíamos asumir la responsabilidad de conocer las diversas formas correctas en cuanto a orígenes y tradiciones de los diferentes “Estilos de Comer” para tener una visión abierta y clara que debe fundamentarse en el respeto y la adaptabilidad de una persona bien educada que se desenvuelve en un mundo globalizado, sin juicios, ni críticas, que van en contra de las buenas maneras y las buenas costumbres.

Bajo el concepto que “las diferencias enriquecen” abro hilo para dar valor a las ideas u opiniones con relación a lo expuesto.

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Redactado por Claudia STOHMANN R. de A. especialista en Etiqueta

12 de Julio 2023, Bolivia 

Categoria: Etiqueta en los negocios 

Referencia: CS12072023BE     

“Somos una empresa de desarrollo de capacidades que conecta valores, culturas, organizaciones, individuos y sociedades en todo el mundo”

EL MANEJO DE CUBIERTOS DURANTE UNA CENA

La forma en que manipule los cubiertos  durante una cena determinará la confianza con la que se representará a sí mismo con sus comensales. Por lo tanto, los modales en la mesa son importantes; reflejan el conocimiento sobre la etiqueta. Durante la cena, su atención debe centrarse en conocer a las personas que estan con usted y expresar quién es usted. El uso adecuado de los cubiertos asegurará que se sienta cómodo y evitará momentos embarazosos. También significa mostrar respeto por los demás y y a uno mismo.

Cubiertos

El uso de cubiertos ha evolucionado durante siglos. También se ve que las formas, los tamaños y la ubicación difieren de una cultura a otra. Cada cultura maneja sus cubiertos de manera diferente. Una cosa común en todas las culturas es; fue inventado para simplificar la vida. Los cubiertos nos ayudan a consumir nuestros alimentos con mayor comodidad, lo que también significa consumir alimentos de manera más civilizada.

Cómo come, bebe y se comporta en la cena habla mucho de usted; El manejo correcto de los cubiertos requiere el conocimiento de cómo se manipula cada pieza de plata y para qué se utiliza.

Estilos de alimentación

Hay dos estilos principales de alimentación en el mundo: el estilo de Americano y Europeo. También hablaremos sobre el estilo indio de comer.

Estilo Americano: El tenedor se sujeta con la mano izquierda y el cuchillo con la derecha para cortar la comida. Cada vez que se cambia el tenedor a la mano derecha para llevar la comida a la boca. La lógica detrás de este estilo es que la mayoría de las personas son diestras. Por lo tanto, cambiar a la mano derecha es más práctico. Este estilo es más popular en Estados Unidos.

Estilo Europeo: También se le llama estilo continental. Este estilo de alimentación es más global y es muy utilizado en todo el mundo. En este estilo siempre quedará el tenedor en la mano izquierda y el cuchillo en la derecha.

Es importante aprender los conceptos básicos del manejo de los cubiertos, independientemente de la cultura que represente.

¿Comer con los dedos?

Algunos alimentos se comen muy bien con los dedos; como hamburguesas, papas fritas y mazorcas de maíz se consideran bocadillos. Las pizzas también son comida para comer con los dedos, y está absolutamente haceptado.

¿Cómo comer alimentos difíciles?

Algunos alimentos pueden requerir más trabajo para cortarlos y comerlos en un ambiente formal. Le recomiendo que evite experimentar con algo nuevo en un evento formal. No quiere que nada salga mal, así que quédese con alimentos que sean fáciles de cortar y comer. Algunos alimentos desafiantes como espaguetis y fideos, algunos pescados es bueno primero practicar comerlo en casa.

Cultura India

En India, es una mezcla de estilos de alimentación tradicionales y modernos. La comida se considera sagrada. Es adorado y cocinado cuidadosamente y ofrecido a los dioses. Comer con los dedos se considera respetuoso con la comida. Es un arte comer con los dedos. La idea es tocar la comida, sentirla, olerla y saborearla.

En el sur de la India, es común servir la comida en una hoja de plátano; uno no debe usar cubiertos mientras come en una hoja de plátano. Sin embargo, los postres se pueden comer con cuchara.

Manténga la calma cuando no esté al tanto de ciertas formas. En caso de confusión, tome las señales de los demás, respire profundamente y siga a otras personas.

Recuerde, la regla para seguir la etiqueta adecuada es estar cómodo todo el tiempo. No hay un estilo de alimentación bueno o malo. Las reglas de etiqueta se establecieron para simplificar la vida y servir a su lógica desde donde se originó.

La clave para dominar el manejo de los cubiertos es practicarlo.

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Redactado por Kruti Shah, especialist in Etiqueta

1 de Mayo 2023, India 

Categoria: Etiqueta de Negocios 

Referencia: KS010523BE    

“Somos una empresa de desarrollo de capacidades que conecta valores, culturas, organizaciones, individuos y sociedades en todo el mundo”

LA IMAGEN ES PODER E INFLUENCIA

En el estudio realizado en 1999 por CEO Magazine y Hill & Knowlton, explicaban que: El 96% de los CEO creen que la reputación es fundamental para su empresa. El 77% cree que una reputación positiva ayuda a vender sus productos y servicios. El 61% piensa que una reputación positiva hace que la organización sea atractiva para los empleados. El 53% cree que una reputación positiva aumenta la credibilidad durante las crisis, como afirma Tamás Csordás, M.B.A.

Entonces, ¿por qué es importante la imagen corporativa para la percepción y reputación de una marca? ¿Cómo puede una empresa o individuo utilizar una imagen corporativa para su beneficio y el de la empresa? Aquí hay tres consejos que puede implementar ahora mismo.

“Presentar una representación positiva de usted mismo es un componente clave para experimentar el éxito profesional… Crear una apariencia profesional puede ayudarte a llamar la atención y ser considerado seriamente en el trabajo”. Indeed.com

VESTIMENTA Y ASEO

Ya sea que lo sepamos o no, los humanos buscan constantemente pistas para conocer a una persona. La investigación realizada por Willis & Todorov, 2006, encontró que solo se necesita una fracción de segundo para causar una primera impresión. Parte de la primera impresión es cómo nos vestimos y arreglamos. La ropa y el arreglo personal cuentan una historia, entonces, ¿cómo se comparan usted y sus empleados o colegas?

Cada mañana o tarde, ¿podría pensar unos minutos buscando la ropa que usará al día siguiente y preguntarse si representa mejor el mensaje que estoy vendiendo? ¿mejora la reputación de la empresa?

Arreglarse es presentarse con una apariencia y una manera limpias y ordenadas. Imagínese si un asistente de vuelo lo atendió en un vuelo de larga distancia con una mancha de curry en la corbata y marcas de sudor en la parte posterior de la camisa. ¿Qué asumiría de esta persona y de la empresa? Siempre querrás mantenerte dentro de tu tono e imagen.

Tómese unos segundos para revisar tu arreglo personal antes de salir de casa y entrar al trabajo. Llevar y almacenar prendas de vestir en caso de accidentes. Estar preparado es vital!

‘Reputación positiva = Capital’ Nyárády y Szeles

SERVICIO AL CLIENTE

Cuando lees una reseña de un restaurante o cafetería, ¿qué notas? La gente hablará primero de los productos y luego del servicio. Un buen servicio al cliente es esencial, ya que inspira la retención de clientes y la lealtad a la marca, lo que ayuda al crecimiento del negocio. ¿Qué hace que el servicio al cliente sea excelente en un mundo obsesionado con la tecnología? El toque humano. ¿Cómo podemos aportar el elemento humano en las relaciones con los clientes?

Cuando un cliente o cliente ingrese al local o propiedad del negocio, saludarlo y asistirlo dentro de los treinta segundos; si hay algunas personas para saludar, tómese hasta un minuto para saludar.

Utilice un discurso positivo cuando se refiera a un producto o a una situación. Las palabras correctas pueden prevenir la falta de comunicación y las disputas que surjan. Por ejemplo, en lugar de usar ‘Eva no está disponible, ¿puedo tomar un mensaje?’ use ‘actualmente Eva no está en la recepción, ¿puedo hacer que Eva le devuelva la llamada?’

COMUNICACIÓN DE NEGOCIOS 

“La comunicación efectiva es una herramienta vital para cualquier dueño de negocio. Su éxito en transmitir su punto de vista puede ser la diferencia entre sellar un trato y perder una oportunidad potencial”. Gobierno de Queensland, Australia

Todas las empresas lo hacen… y eso es comunicar, compartir y dar información constantemente entre clientes y empleados. Si lo hace, mantiene las empresas ocupadas y los productos o servicios vendidos, comprados y entregados. ¿Cómo podemos comunicarnos de manera eficiente y efectiva?

¡Solo algunas personas son becarios de Harvard y tienen estructuras de oraciones perfectas! Lidiar rápidamente con esto es usar aplicaciones en línea pagas como Grammarly o plataformas gratuitas como Google Docs o incluso su servicio de correo electrónico. Estas son herramientas útiles para analizar la ortografía, la gramática, la puntuación y la claridad del texto.

El correo electrónico es excelente para transmitir casi cualquier cosa, y las empresas dependen en gran medida de este recurso. ¿Alguna vez has recibido dos correos electrónicos de la misma persona? El primero es el correo electrónico original que le dice que “vea el documento adjunto” y el segundo se disculpa por no adjuntar el documento. Olvidarse de enviar archivos adjuntos con su correo electrónico es crucial para mantener la coherencia y la confianza. ¿Por qué no conectar la copia que desea enviar antes de escribir su mensaje y enviarlo?

Podemos concluir que el conocimiento sobre códigos de vestimenta, etiqueta empresarial y una comunicación efectiva son habilides blandas que le guarán a construir la imagen personal y corporativa que usted desea transmitir para tener el éxito deseado.

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Bibliography & Links

https://www.indeed.com/career-advice/starting-new-job/importance-dressing-professionally-at-work

Corporate Identity With Special Regards To The Human Factor, Tamás Csordás, 2008, University of Miskolc, https://www.academia.edu/4513810/Corporate_Identity

https://www.business.qld.gov.au/running-business/marketing-sales/managing-relationships/communicating-effectively#:~:text=It%20is%20crucial%20to%20communicate,turn%20improve%20morale%20and%20efficiency

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Redactado por  Elizabeth Soos, Experta en Etiqueta

04 Marzo 2023, Australia

Categoria: Etiqueta de negocios

Referencia: ES04032023BE    

“Somos una empresa de desarrollo de capacidades que conecta valores, culturas, organizaciones, individuos y sociedades en todo el mundo”

  ETIQUETA SOCIAL Y VALORES

Cada vez que hago referencia a la “etiqueta social” esbozo una definición de mi autoría que, desde mi perspectiva, engloba su auténtico trasfondo e intencionalidad: constituye un conjunto sencillo y aplicable de sugerencias de conducta encaminadas a forjar una mejor convivencia humana, dentro de un marco de deferencia por el prójimo, con la finalidad de hacernos más grata la vida e irradiar afabilidad y simpatía.

No debiera parecer anticuado, engorroso, elitista y abstracto comprender la inevitable necesidad de interiorizar -en nuestras actividades cotidianas- este concepto de vital importancia en coyunturas de elevadas tensiones, ofuscaciones e intemperancias colectivas. Es un invaluable medio de comunicación, integración, sociabilización y, además, realza la personalidad.

Al respecto, deseo comentar nociones de absoluta implicancia como las habilidades blandas, las que involucran, entre otros, los siguientes componentes: autoestima, empatía, autocontrol emocional, adaptabilidad, pensamiento creativo, fiabilidad, trabajo en equipo, positivismo y combinan las pericias sociales para relacionarse con el semejante. Quienes las poseen son fluidos en el ejercicio de su inteligencia interpersonal y en sus interacciones.

En síntesis, la “etiqueta social” requiere de las destrezas mencionadas. Aunque sea redundante afirmarlo, ésta exige utilizarse en todo tiempo, momento y lugar y, por supuesto, posesionarse como un estilo individual. Vale decir, corresponde evitar usarla para proyectar una óptima percepción personal o profesional en determinados acontecimientos. No es un juguete para esgrimirse en función de antojos, estados anímicos o conveniencias.

Otro aspecto congruente de enfatizar es la “caballerosidad”. Empecemos esclareciendo de qué estamos hablando. Tal vez viene a nuestra imaginación un hombre con buenos modales, encantador desempeño, impecable apariencia y apropiado desenvolvimiento. Es mucho más que eso; esa impresión puede resultar incompleta y ausente de elementos de enorme valía.

En la antigüedad un caballero tenía origen noble, montaba a caballo -poseía un sirviente o paje- y se dedicaba a la guerra. Eran recompensados con una pequeña extensión de tierra en cuyo caso adquirían el nombramiento de conde si era un condado, duque para un ducado, etc. Pero, preservaban el grado de caballeros. Durante la Edad Media la caballería sería un arma con un rol primordial para los reyes feudales y, al mismo tiempo, por siglos su protagonismo fue imparable.

A partir de esta acepción podemos concluir que la “caballerosidad” está conexa con la valentía, el honor, las convicciones y la distinción; en consecuencia, no se circunscribe al ejercicio de la cortesía con el sexo opuesto. Cuando hacemos alusión a un caballero incluyamos atributos relativos a la ética, la decencia y la dignidad, tan venidos a menos, ignorados o carentes de significado en los momentos actuales. Recomiendo retomar su vigencia al reconocer y apreciar su transcendencia.

Si, como hemos comentado, involucra ciertas características que van más allá de la buena educación, convendría considerar cómo influyen, de forma inequívoca, los “valores” en la “etiqueta social” y la “caballerosidad”. Es decir, una persona idónea para proceder con tino y corrección tomará en cuenta “valores” como el respeto, la comprensión, el diálogo, la puntualidad, la bondad, entre otros. Recordemos que éstos constituyen el marco o guía general que inspira nuestra actuación existencial. Los actos son fidedigno reflejo de la grandeza o exigüidad espiritual, educativa, cultural, ética y emocional.

Seguidamente presento recreativos ejemplos: un varón eludirá formular preguntas inadecuadas como corolario de saber manejar la discreción y la prudencia; utilizará la plática como único recurso para resolver situaciones conflictivas inspirado en el control de sus emociones; obviará desconocer los derechos del otro debido a su capacidad para aceptar la reciprocidad humana; será comedido con los sentimientos ajenos por su grado de empatía; reconocerá las diferencias como parte de la diversidad y administrará su tolerancia. Así podríamos compartir un listado explicativo de la íntima interacción entre estos tres preceptos.

De modo que, ser educado demanda mucho más que seguir uno de los tantos cursos de urbanidad existentes en el mercado -impartidos por incontables docentes con una visión superficial, sesgada y sectaria- y, en ocasiones, destinados a transmitir rígidas, frívolas, memorísticas y verticales normas. Aconsejo imbuirnos en el sentido común y en la moral como paradigmas indicativos de la conducta a ostentar. La “etiqueta social” debe adaptarse al contexto vigente, ser flexible, sencilla y percibirse su directa afinidad en la vinculación social.

Desenvolverse con corrección trasluce impecables pormenores que hacen la diferencia. Los tres conceptos citados posibilitan advertir la solidez de la individualidad, la firmeza de los principios, el rango de formación y, especialmente, es un modo acogedor de alternar con el prójimo. Tratemos, cada día y sin desmayos, de empeñarnos en concebir -con el ejemplo de nuestro obrar- una comunidad con elevada armonía. Es una tarea pendiente que convendría proponernos hacer realidad: obviemos renunciar a este improrrogable imperativo.

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Redactado por Wilfredo Pérez Ruiz, experto en protocolo, ceremonial

13 de Febrero 2023, Perú

Categoría: Etiqueta de Negocios

Referencia: WP120223EN

“Somos una empresa de desarrollo de capacidades que conecta valores, culturas, organizaciones, individuos y sociedades en todo el mundo”

LA ASERTIVIDAD EN LA COMUNICACIÓN

La forma habitual de comunicarnos, complementado con el lenguaje corporal, describe con énfasis nuestras cualidades, cortesías y estilos. No siempre brindemos, probablemente, trascendencia a la manera de manifestarnos para, a partir de allí, indagar la imagen que proyectamos.

En esta ocasión deseo comentar varios aspectos influyentes en la formación de la imagen (buena o mala) al momento de comunicarnos. Si el diálogo se produce en ámbitos laborales mayor debe ser el empeño para afirmar una apariencia coherente con nuestra actividad, preparación y rango cultural.

La comunicación refleja mucho más de lo imaginado a simple vista. Al conversar somos colocados en una “vitrina de observación” que trasluce elementos tan interesantes como la autoestima, el carácter, la tranquilidad anímica, etc. Determinadas personas rehúyen percatarse que el “retrato” emitido las perjudica en su relación interpersonal y genera rechazo a su alrededor.

Con reincidencia, por mi quehacer académico, observo profesionales de amplias destrezas. Sin embargo, su modo de comunicarse desdibuja sus legítimos méritos laborales. Compruebo un evidente desnivel entre su grado de conocimientos (destrezas duras) y paralelamente su deficiente perfil. La educación, la cultura y su composición interior influyen en este asunto de modo determinante. En tal sentido, sugiero preocuparse del progreso integral.

La comunicación se puede considerar como el medio que alimenta los sistemas sociales, facilita la integración, modifica la conducta, hace productiva la relación humana, ayuda a la mejor comprensión personal y organizacional y, especialmente, convierte fluida y positiva la coexistencia. Amigo lector, al comunicarse todos adoptamos una actitud que puede abrir o cerrar puertas en nuestro accionar cotidiano. Veamos de qué se trata.

Primero, hablemos del “comportamiento sumiso”. Es típico en hombres tímidos, con baja autoestima y actitudes obsecuentes. Lo tienen aquellos que permite la violación de sus derechos y se singulariza por evitar conflictos. No emiten sus pensamientos, niegan sus necesidades, intereses y recursos; evitan situaciones riesgosas, confrontaciones y conflictos; muestran inferioridad, temen decir “no”, hablan en voz baja y emite pobres señales no verbales.

También, tenemos el “comportamiento agresivo”. Es frecuente en seres poco tolerantes y en sociedades colmadas de confrontaciones y frustraciones que alimentan este modo pernicioso de comunicación y, además, genera mayores niveles de conflictividad. Se caracteriza por violar los derechos y creencias ajenas y crear tensiones inútiles. El sujeto expresa sus ideas con la finalidad de dominar e imponerse en relación al resto.

Esta práctica oculta inseguridad; suelen ser hostiles y autoritarios; utilizan insultos, gestos amenazantes, lenguaje ofensivo con doble sentido; desprecian las opiniones ajenas, pierden autocontrol, formulan sus impresiones de manera inadecuada, culpan a otros cuando se equivocan y terminan con manifestaciones de rabia.

Por último, existe el “comportamiento asertivo”, tan requerido de aplicar en colectividades con altos índices de intransigencia. La palabra asertividad proviene del latín “assevere”, “asertum” y revela “afirmar”. Es decir, indica aseveración de la personalidad, confianza en sí mismo, aplomo, vitalidad pujante, seguridad y eficiencia. Es el proceso de exteriorizar sentimientos, dar y recibir retroalimentación.

Las personas asertivas poseen particularidades enaltecedoras. Se sienten libres para manifestarse, pueden conversar con semejantes de todos los niveles, procedencias o características de forma abierta, directa, franca y adecuada, actúan con un proceder respetable, comprenden que no siempre se gana, aceptan sus limitaciones, admiten o rechazan a los sujetos con delicadeza, mantienen contacto visual y buscan una reciprocidad sincera.

Recuerde: la comunicación, en cada uno de nosotros, es la conclusión y expresión de una variada reunión de elementos internos -conscientes e inconscientes- como la autoestima, el temperamento, la inteligencia emocional, la empatía, entre otros, que se recomienda analizar y perfeccionar a fin de ofrecer una imagen afable, segura, ponderada y coherente con el proceso de creciente evolución en el que debemos estar inmersos. Soslaye descuidar sus implicancias y preponderancia en la imagen que su entorno se harán de usted.

Debemos dar su real significación al trato con los demás y, con especial énfasis, en el ámbito profesional y, por lo tanto, en un encuentro de negocios o una entrevista laboral en donde seremos evaluados con detenimiento por nuestros interlocutores. Al emplear la asertividad tengamos en cuenta que ésta trasluce equidad espiritual, grado de adiestramiento, solventes habilidades blandas, manejo emocional y amplias facultades para una saludable convivencia humana. Haga de esta herramienta un “puente” favorable de entendimiento y, en consecuencia, de elevada calidad de vida.

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Redactado por Wilfredo Pérez, Experto en Etiqueta y Protocolo

30 Noviembre 2022, Perú

Categoria: Etiqueta de Negocios

Referencia: WP30112022EN   

“Somos una empresa de desarrollo de capacidades que conecta valores, culturas, organizaciones, individuos y sociedades en todo el mundo”

PROFESIONALISMO, ÉTICA Y ETIQUETA

¿Qué entiende usted por “profesionalismo”? Implica cualidades por encima de meritorios títulos académicos, grados, especializaciones o habilidades duras. No obstante, en abundantes personas existe una visible y permanente confusión al respecto. Por esta razón, quiero reflexionar acerca de varios de sus componentes imprescindibles: la ética y la etiqueta social.

Lo concibo como la forma de desarrollar ciertas ocupaciones contractuales dentro de un definido y sólido marco de valores. Es decir, va mucho más allá de cumplir una función asignada. Exige dedicación, mística, creatividad, coherencia e identificación. Se ve ampliamente reflejado en una actuación con elevadas e inequívocas condiciones de fidelidad y honestidad.

Incluye las ineludibles pericias emocionales -encaminadas a establecer una óptima convivencia con sus pares, clientes y superiores- como la empatía, la tolerancia, la capacidad para superar situaciones de frustración, el autocontrol emocional, el temperamento, la buena relación interpersonal, el próspero trabajo en equipo, el arte de negociar escenarios de conflicto, la adaptabilidad y la resiliencia. Éstos son unos cuantos de los innumerables puntos a observar en quien espera obrar con genuino “profesionalismo”.

Para los destacados investigadores, escritores y catedráticos cubanos Maribel Asín Cala y Daniel Fuentes Almaguer, “es un proceso social mediante el cual se mejoran habilidades con el propósito de hacerlas más competitivas en su profesión u oficio”. Por lo tanto, involucra virtudes de excepcional valía enfocadas al incremento de los estándares de desempeño y talento.

Dentro de este contexto, concurre un estrecho e inequívoco lazo con la ética y las normas que definen a un profesional sin distinción de su jerarquía, actividad o del tamaño de la compañía. Es un punto central de partida en el quehacer corporativo; no está sujeto a transacción, ni condicionado a un manual o código; debe entenderse como una fortaleza en el ejercicio de cualquier función.

Una vez más hago hincapié de lo expuesto con reincidencia a mis alumnos: rehuyamos concebir la ética con rigidez, inflexibilidad y apego reglamentario y, por lo tanto, como una materia que trunca la prosperidad en el mundo de los negocios. Todo lo contrario: se puede proceder con honestidad, transparencia, decencia y alcanzar el ansiado éxito. Son objetivos complementarios que generan confianza, realzan la imagen y crean valor agregado. 

Otra pieza de sustancial connotación es la etiqueta social, que demanda una postura tolerante, respetuosa y afable, con la finalidad de garantizar una interacción igualitaria e inclusiva con las personas. Conviene anotar aspectos tan básicos destinados a presentar un profesional con una correcta vestimenta y apariencia, imagen personal, lenguaje corporal, positiva actitud, espíritu de cooperación y excelso entendimiento.

En tal sentido, detengámonos a evaluar la inmensa preponderancia de los modales, la cortesía y, especialmente, sus repercusiones en la armónica coexistencia y el bienestar psicológico. Está reflejada en la atención ofrecida a las diversas audiencias, en una elemental llamada telefónica o en las diarias maneras de comportamiento. La urbanidad adquiere visible compatibilidad debido a su rol significativo orientador de la conducta social.

Es imperativo moldear hombres y mujeres poseedores de esmeradas condiciones que aseguren su interiorización. Ello demanda, entre múltiples variantes, docentes que constituyan un ejemplo, empresas que exijan perfiles integrales y jefes con condiciones de líderes aptos para representar el “identikit” anhelado. No siempre es posible este propósito en un medio lacerado por una aguda crisis moral que involucra principios cívicos, aptitudes blandas y sentido de pertenencia.

Su diligencia facilita vencer determinados y reiterados obstáculos en ocasiones fuertemente arraigados en la cultura de las organizaciones: ausencia de liderazgo, usanzas autoritarias, pobres relaciones humanas, deficiente trabajo en grupo, falta de cohesión interpersonal, desconfianza recíproca, exigua autocrítica, inadaptabilidad ante los cambios, defectuosos mecanismos de comunicación, desmotivación y frustración general, reprochable atención al cliente, etc.

Sin embargo, el “profesionalismo” incluso se encuentra ausente en abundantes ejecutivos de altas jerarquías del sector público o privado. Su carencia puede generar engorrosas e irreversibles repercusiones en el prestigio personal e institucional y, por cierto, en el clima interno como resultado de sus probados desenlaces en la credibilidad, productividad y reputación. Rehuyamos restarle envergadura a las problemáticas secuelas que conlleva su desatención.

Debemos alcanzar el “profesionalismo” como expresión de crecimiento, evolución y satisfacción. Nuestro desempeño pondrá de manifiesto condiciones tan requeridas, en los momentos presentes, para incitar idóneas prácticas laborales y, en consecuencia, un desenvolvimiento asertivo. Recordemos la pertinente aseveración del filósofo, abogado y político inglés Francis Bacon “Las conductas, como las enfermedades, se contagian de unos a otros”.

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Redactado por  Wilfredo Pérez Ruiz, Experto en Etiqueta y Protocolo

24 de Octubre 2022, Perú

Categoría: Etíca y profesionalismo

Referencia: WP24102022EP

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DISERTACIÓN Y LOS MEDIOS AUDIOVISUALES

Al elaborar una exposición requerimos utilizar, en determinadas circunstancias, medios audiovisuales que constituyen valiosos elementos de soporte y complemento con la finalidad de dinamizar la transmisión de conceptos y propuestas. Bajo ninguna circunstancia deben sustituir u opacar al conferencista.

Usted se preguntará ¿Por dónde debemos empezar? Apelando a mi experiencia aconsejo seguir la siguiente secuencia: redactar un esquema, investigar y documentarse, apuntar lo más relevante y escribir el borrador de cada lámina de ppt. Asimismo, deberán guardar coherencia con lo tratado, crear interés en el público y utilizarse con moderación.

En innumerables disertantes subsiste el frecuente error de empezar con la confección del ppt: estos deben hacerse después de formular la estructura y definir el orden temático. Es decir, es la última actividad al preparar una charla. Tenga presente la enorme importancia de adecuar la asistencia audiovisual al tiempo, mensaje y público; jamás inicie su presentación leyendo, proyectará inseguridad, pánico escénico y ausente dominio; no aprenda todo de memoria, sólo los primeros minutos. Tampoco empiece con una diapositiva o video sin antes realizar una introducción de su contenido.

Es pertinente considerar varias ventajas sobre su uso: transmiten mayor información en menor tiempo; despiertan la motivación de la audiencia; favorecen la comprensión de lo que se está revelando; mejoran e ilustran el conocimiento; refuerzan la comunicación destacando aspectos esenciales; aportan datos, números y estadísticas. Igualmente, tengo múltiples observaciones: procure mostrar concordancia entre lo anotado y el argumento expuesto; confirme su buena calidad; coloque una sola idea por diapositiva; utilice frases sintéticas; diseñe el material con antelación.

Del mismo modo, insinúo tomar en cuenta que la orientación horizontal facilita la lectura; sitúe una sola idea por diapositiva; apóyese en dibujos, diagramas, esquemas; aprópiese de la regla “6×6” (seis líneas máximo por diapositiva, seis palabras máximo en cada línea); use fondos simples y claros; decline abusar de los colores y respete los matices naturales (por ejemplo, no existen plátanos azules); asegúrese que las personas de la última fila de la sala alcance a leer su texto; elija una letra legible y apropiada (esquive una inferior a los 20 puntos); evite errores ortográficos, tonalidades llamativas o diseños extravagantes; exhiba correspondencia con su estilo personal o institucional; incluya fotografías de óptima calidad.

Existen diversas opciones multimedias a nuestro alcance. Las diapositivas con sonido pueden resultar convenientes, pero también incómodas, dependiendo de la exposición y auditorio; las multi-imagen muestran dos figuras fijas u oscilantes de forma simultánea junto con acompañamiento de voz y/o música; el video interactivo combina instantánea y movimiento, textos, gráficos, voz y música mientras el participante tiene surtidas opciones de respuesta. Incluye retroalimentación.

Unas anotaciones en relación al lugar. Trate de familiarizarse con el espacio físico en que expondrá e indague con anticipación acerca de pequeños y significativos asuntos como la temperatura; las luces artificiales o naturales; la forma de la sala; la visibilidad de los asistentes; la acústica; la colocación del cañón, computador, podio, micrófono y mesa de honor.

Durante su disertación revele inalterable certeza, aplomo, actitud serena y afabilidad. Estos pormenores pueden ser más transcendentes de lo imaginado. A continuación, unos cuantos y eficaces aportes de valía: mirar a la audiencia; conocer y practicar el manejo de los mecanismos audiovisuales; consistencia en lo expuesto; muestre capacidad de improvisación ante deficiencias y desperfectos; emplee un puntero; no juegue con objetos en sus manos; indague las características, motivaciones e intereses de los asistentes.

Preste atención a incontables cuestiones de forma y fondo. Asegurar su éxito incluye percatarse de detalles inadvertidos cuya omisión puede tener serias repercusiones en la receptividad y entendimiento del público: ensaye, grábese y estudie las respuestas sobre las más complejas interrogantes; luzca atuendo adecuado, sobrio e impecable; conciba una sobresaliente imagen ejecutiva; inicie su intervención con un saludo cordial y acompañado de una sonrisa; recurra a la automotivación positiva. En tal sentido, prepárese, organícese, evidencie seguridad, saludable estado anímico y talante de comunicador.

Para concluir, recuerde: un discurso siempre es una magnífica coyuntura para irradiar ideas, generar espacios de reflexión, compartir conocimientos, persuadir conciencias e involucrar a su audiencia. Comprométase con intensidad y naturalidad con el tópico que abordará; demuestre su pleno convencimiento; hable con ímpetu, entrega e inequívoca manifestación de querer propagar su sapiencia.

Aproveche el privilegio de hablar ante sus espectadores, no todos tienen esa posibilidad. Es un hermoso y apasionante desafío frente que debemos estar habituados y cuyas implicancias redundarán en nuestro desarrollo integral y, consecuentemente, en el ámbito profesional. Viene a mi mente la sabia expresión anónima: “El que habla siembra, el que escucha recoge”.

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Redactado por  Wilfredo Pérez Ruiz, experto en protocolo, ceremonial

19 de Octubre 2022, Perú

Categoría: Etiqueta de Negocios

Referencia: WP19102022EN

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CORTESÍA TELEFÓNICA EN LA ATENCIÓN AL CLIENTE

Cada vez es más frecuente la comunicación telefónica en el trato al público. Estimo conveniente resaltar la importancia de encaminar su desenvolvimiento en concordancia con los protocolos corporativos que debieran existir al respecto. Es ineludible priorizar su trascendencia; en ocasiones constituye el primer encuentro entre el cliente y la empresa.

En tal sentido, se debe rehusar pasar inadvertido este aspecto de especial significación. De allí la necesidad de contar con procedimientos explícitos, desarrollar procesos de inducción y asegurar reclutar colaboradores con el perfil requerido. En contingencias por disminuir costos se minimizan sus alcances; lo que, en un mediano o largo plazo, dañará la imagen, la credibilidad y el prestigio de la compañía.

Convendría que el personal exhiba sólidas habilidades blandas como: capacidad persuasiva y de escucha, alto grado de empatía, probada destreza negociadora, iniciativa y proactividad, entre otros componentes que describiremos a fin de evitar circunscribirse únicamente a un limitado libreto acerca de los alcances del servicio y/o producto ofrecido. En negocios de las más variadas características convendría implementar preceptos rigurosos en la selección del encargado de esta labor.

A través del contacto telefónico innumerables consumidores configuran la inicial impresión de la “identidad corporativa”; ésta no es un concepto abstracto, ni un enunciado vacío. Por el contrario, constituye un conjunto de elementos de enorme valía que definen su misión, visión, valores, políticas, servicios, etc. Es decir, la marca de la organización se percibe en este proceso de interacción.

De modo que, es una carta de presentación en el ámbito externo. No debemos omitir darle su real connotación en el acercamiento y negociación con sus diversas audiencias. Recomiendo elaborar directivas y acompañarlas de programas de capacitación conducentes a uniformizar los criterios estipulados en la institución.

Valoremos las repercusiones de una adecuada formación para garantizar una excelsa calidad de la atención. Su buena prestación se define por la amabilidad, disposición, óptima entonación, empleo de la sonrisa y al ofrecer excelente esmero. Existen situaciones en donde el encargado es inexperto e ignora las secuelas de su accionar en la ascendencia de la imagen. Insisto en la siguiente afirmación: la totalidad de las funciones y roles integran un sistema que debe funcionar con coherencia, homogeneidad y transversalidad, en coincidencia con la convincente aseveración del empresario estadounidense Tony Hsieh “El servicio al cliente no debe ser solo un departamento: debe ser toda la empresa”.

Algunas recomendaciones básicas: responda con prontitud y prescinda hacer esperar al interlocutor; identifíquese con el nombre de la empresa y el suyo; sonría levemente, ayuda a preparar una entonación amable; evada consumir alimentos, afectará su dicción y tono de voz y, además, concibe escaso profesionalismo; tenga a la mano una libreta para anotaciones; jamás responda empleando monosílabos, muestra falta de modales e interés; esquiva tapar con la mano el teléfono y/o descolgarlo para continuar una conversación presencial; trate siempre de usted, no es bien visto el tuteo; procure infundir confianza y seguridad; apunte el nombre de la persona; retorne las llamadas a la brevedad posible como manifestación de consideración y comportamiento ejecutivo.

Es imprescindible contar con la infraestructura necesaria para que el teléfono no suene más de tres veces antes de que el recepcionista lo atienda; al momento de contestar, abandone lo que están haciendo; mida la intensidad de la voz, emplee una pronunciación correcta y elija las palabras adecuadas, de acuerdo al mensaje que desea transmitir; en caso exista una consulta interna, antes de dar una réplica, pregunte con afabilidad si está dispuesto a esperar unos minutos con la finalidad de soslayar incomodidades; acoja con celeridad las inquietudes y conserve, hasta en los instantes más tensos, el autocontrol emocional.

Asimismo, aconsejo conocer las cuestiones complejas que podrían ameritar formularle con el propósito de resolverlas con fluidez y dominio y, en consecuencia, sortear verse en una situación incómoda que revele exiguo conocimiento. Es imprescindible tener resuelto el listado de las más agudas interrogantes y contar con asesoría en situaciones críticas. Subrayo la urgencia darle una inspiración profesional.

Sugiero establecer mecanismos permanentes de evaluación para medir el desempeño, tener discernimiento de las llamadas exitosas, aquellas que no pudieron satisfacer las dudas de los interesados, cuales no consiguieron atender y las que terminaron en discusiones; es un punto orientado mejorar el trabajo. Esto se puede implementar con un registro de lo acontecido. Y, por último, proceder a su correspondiente análisis.

En el desempeño de este inapreciable quehacer se pone a prueba la genuina preparación y destreza. Preocúpese de brindar una prestación acorde a los estándares de competitividad en el mundo de los negocios. Concluyo evocando las oportunas palabras del emprendedor norteamericano James Cash Penney “Un trato cortés hará que un cliente sea publicidad andante”.

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Redactado por Wilfredo Pérez, Docente, comunicador y consultor en protocolo, ceremonial, etiqueta social y relaciones públicas

13 de September 2022, Perú

Categoría: Etiqueta de Negocios

Referencia: WP130922EN

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