Millennials & Gen Z: Los que cambian el juego
La era digital de la información accesible trajo cambios innovadores en la forma en que vivimos nuestra vida cotidiana, en que nos comunicamos y el ritmo dinámico de cambio que se espera sigamos. Mirando hacia atrás en la historia y las generaciones anteriores, desde la cuna hasta la tumba, no cambiaría mucho.
Si los Boomers y la Generación X pensaban que el siglo XX era una montaña rusa de vuelos espaciales, televisión en color y teléfonos plegables, el siglo XXI es una metamorfosis notable. Todo el espectro de subtítulos y cambios de gran alcance resultó ser axiomáticamente indispensable. Desde la perspectiva de hacer negocios en la economía global, quedarse quieto significa retroceder. Si bien los trajes a la medida, los autos de alquiler relucientes, los entornos de oficina, las tarjetas de presentación y los apretones de manos adecuados siguen siendo importantes, están muy alejados de las expectativas principales de una empresa moderna y de la definición del éxito.
Los Millennials (nacidos entre 1981 y 1996) y, especialmente, la Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) trajeron y seguirán trayendo una gran disrupción a los negocios y mercados laborales en la próxima década. Las corporaciones deben adaptarse a sus empleados, consumidores y personas influyentes, quienes rechazan rotundamente los viejos símbolos de estatus y realmente quieren marcar una diferencia positiva en el mundo. La creatividad, el medio ambiente, la diversidad cultural, la empatía y el equilibrio entre la vida laboral y personal se encuentran entre los aspectos más importantes de la vida de los millennials y la generación Z. A menudo calificados como «copos de nieve», privilegiados y demasiado sensibles por las generaciones anteriores, el tono despectivo no parece desconcertarlos ni asustarlos. Sus cabezas pueden estar en las nubes, pero la gravedad está firmemente centrada en alejarse del viejo mundo.
Para poner esto en un término de etiqueta empresarial, hay mucho que aprender y otras que desaprender. Tener habilidades camaleónicas, estar bien informado sobre temas sociales y la capacidad de comunicarse en todos los niveles están en lo más alto de mi lista. Las formalidades tradicionales son una pequeña fracción del panorama general cuando se realizan y se comunican en los negocios, reservados para el más alto nivel de los gobiernos y las estructuras corporativas convencionales. Sin embargo, la conciencia social, el compromiso con la sostenibilidad, la diversidad, la igualdad y la inclusión son la fuerza impulsora detrás de la etiqueta empresarial moderna a gran escala.
A veces, el cambio, como siempre ha sido, puede ser desafiante e incómodo, pero muy rara vez es innecesario. Dependiendo de dónde se encuentre en el espectro empresarial de la sociedad moderna actual, el panorama ha cambiado tanto para los empleados como para los empleadores. La prueba más evidente de ello es la reacción global ante el actual conflicto en Europa. Este es un excelente ejemplo de una cultura centenaria, tradicionalmente orientada a las ganancias, que da la espalda a la injusticia, la agresión y el sufrimiento de personas inocentes. Una proporción abrumadora de corporaciones en todo el mundo elige hacer lo correcto a un costo de beneficio muy alto. Este movimiento poco ortodoxo es bien recibido, alentado y apoyado por grandes poblaciones mundiales, que se niegan a ignorar este deplorable abuso. Las empresas se están transformando rápidamente y, además, están ganando clientes, consumidores, socios comerciales y empleados leales para toda la vida de forma sostenible.
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