REFLEXIONES Y TIPS DE BUEN COMPORTAMIENTO

Con frecuencia escuchamos, en personas de variadas edades y actividades, unas cuantas de las siguientes frases para pretender justificar sus deficientes modales: “yo soy así”, “estoy estresado”, “así me pongo en momentos de tensión”, “que no se metan conmigo”, “la etiqueta social son cosas del pasado”, etc. Podría continuar formulando un listado de las aseveraciones empleadas.

Sin embargo, debo subrayar lo que, al parecer, desconocen o rehúyen analizar múltiples hombres y mujeres. El comportamiento trasluce la vigencia del respeto, la tolerancia y el diálogo; fortalece la disposición del lazo humano y, por lo tanto, de la convivencia; realza la personalidad; fomenta una percepción favorable; enaltece el perfil profesional y constituye una excelente carta de presentación.

¿Por qué es difícil observar una correcta actuación?  Son abundantes las motivaciones que influyen en el cada vez más deteriorado y lacerante clima de coexistencia colectiva. Factores como las habilidades blandas, la educación, la cultural, el entorno, entre otros, explican -más no apoyar- lo acontecido.

A mi parecer, es incongruente continuar inmensos en la “zona de confort” -cruzados de brazos, distantes e indolentes- y desde allí cuestionar esta dramática realidad que afecta el bienestar, la salud emocional, la armonía y el discernimiento entre seres pensantes. Debemos actuar; sí, debemos actuar en nuestro campo de desenvolvimiento.

En tal sentido, comparto concisos y específicos aportes enfocados a lograr una conducta acertada. No se requiere recurrir a un “manual” o “curso” de etiqueta social, tampoco pretender conducirse de forma rígida, inflexible y superficial. Solamente se exhorta utilizar el criterio, el sentido común y la convicción de adjudicarnos una papel diferente, cualitativo y positivo encaminado a una saludable conexión entre hombres y mujeres. ¡Empecemos!

Puntualidad. Aplicar esta regla de oro es sinónimo de finura, organización y disciplina. Sugiero emplear los medios tecnológicos y, especialmente, su celular para calcular tiempos, distancias, tráfico vehicular y convertirla en una cultura particular. Su práctica puede beneficiarlo en el quehacer corporativo y, por cierto, genera atención y seguridad.

Saludo. Es el primer suceso establecido en la correlación humana -por efímera que sea- y, además, describe la inteligencia interpersonal. Tenga en cuenta: mire a los ojos, sonría, extienda la mano con seguridad (según el caso) y trasmita un mensaje oral agradable. Son pautas altamente propicias para generar una afable impresión. Hágalo con un ademán cálido que refleje su educación. El caballero deberá inhíbase de jalar el brazo de la dama para darle un “beso” en la mejilla que ésta no ha autorizado. Conozco un sinfín de caballeros, incluyendo maestros de ceremonias y asesores en protocolo y afines, con esa incómoda e irrespetuosa manía.

Discreción. Renuncie a la pegajosa costumbre de formular preguntas o comentarios personales. Son lamentables las habladurías acerca de pormenores sentimentales, enfermedades, desgracias y averiguaciones privadas. Guardar silencio es inherente en un ser mesurado y una hazaña en una comunidad inelegante e impertinente. Asumir un talante reservado inspira confianza. No olvide: “La prudencia se detiene, donde la ignorancia ingresa”.

Autocontrol. Es imperativo ocuparnos de la empatía y la afamada inteligencia emocional con el propósito de controlar reacciones inadecuadas; muestre madurez, ponderación y equilibrio. Lecturas, capacitaciones y ciertas actividades contribuyen a desarrollar esta capacidad impostergable en períodos de aguda confrontación y desencuentros. Evite impulsos acalorados, subidos de tono y agresivos: administre sus intransigencias.

Celular. Es una herramienta de comunicación importante, no un juguete para lucir en público. Jamás se pone en la mesa como cubierto; póngalo en silencio en lugares cerrados; obvie contestar sin antes pedir permiso y retirarse; úselo con cautela. Absténgase de atender sus redes sociales mientras sostiene una conversación, se interpretará como un gesto de descortesía. Miro esta censurable rutina en autodenominados “expertos” en urbanidad desesperados por atender a la supuesta novia. Rebélese ante la actual inopia y resignación masiva que enfrentamos.

Dejar en visto. De este germen nadie se salva. Es un mal que se caracteriza por su rápida y masiva propalación en épocas de apremios e indelicadezas. Podría resolverse a partir de transparentar los instantes en que está enlazado con los medios virtuales; eluda colocar todo el tiempo “conectado”. Así informa los momentos de disponibilidad. Responda con inmediatez dentro de las siguientes 24 horas.

Imagen personal. Es una afirmación de autovaloración y consideración: cuide su vestimenta, aseo y arreglo individual. La apariencia y el atuendo retratan su estado anímico; son códigos significativos de su concepto de sí mismo. Puede ser determinante para abrirle o cerrarle puertas en su conexión empresarial. Esto me trae a la memoria a un fingido “especialista” protocolar que acude en buzo a trabajar a una empresa consagrada a la planificación de graduaciones universitarias.

Consumo de alimentos. Su actuación lo expone más de lo imaginado. Prescinda sentarse cuando esté aquejado por una enfermedad; realice un saludo general cuando los invitados están en sus asientos; esquive interrogar al que declina beber o saborear algo de lo ofrecido; entable charlas atractivas; no se retire al menos que sea urgente; el anfitrión es el primero en comenzar a comer; los asistentes se ubicarán en los sitios indicados por quien preside el encuentro, no pretenda hacerlo junto a quien usted desea como intentan seres con pobres habilidades sociales y exiguo mundo. Aconsejo portarse con tino.

Visitas. Nunca se hacen, incluso a allegados de confianza, sin antes anunciarse mediante una llamada telefónica o por algún otro medio; menos en las horas de los alimentos. Si es un suceso urgente permanezca el tiempo atinado y sortee poner en aprietos a los dueños de casa. Eso me recuerda a familiares y amigos -próximos a mi domicilio- que durante muchos años han incomodado, a mis padres y a mí, con su improperio y distorsionada interpretación del estrecho vínculo existente. Todavía debo enfrentar en ciertas coyunturas esta desprovista manifestación de educación y sensatez.

“Gracias” y “Por favor”. Son expresiones de elevada performance. Es poco usual; no obstante, esta espontánea y sincera usanza lo diferenciará en tan fecundo océano de agrestes costumbres. Constituyen términos seductores, explícitos de su óptima formación y hacen grata nuestra alternancia. Comience a usarlos en su diálogo cotidiano.

Valores. Componen una guía orientadora de nuestras obras en la vida. Poseer una sólida estructura moral definida, entre otros, por la solidaridad, la honradez, la lealtad y la tolerancia, enaltecen la conducta. Aconsejo interiorizarlos con coherencia, dignidad y convertirlos en una de las columnas que prescriba sus actos e inspire su porvenir.

Aprendamos a sostener un trato recíproco sin distinción de estatus, estados anímicos, jerarquías, edades o procedencias. De allí que, reitero, ello implica un mínimo de amplitud crítica y reflexiva para eludir reclamar lo que soslayamos dar al semejante. Seamos equitativos, justos y mutuos. Atesoremos como preponderante objetivo “humanizar” el espacio en el que interactuamos…¿Qué opina?

Probablemente este propósito exige renunciar a esa postura egoísta, apática, frívola e insensible. ¿Qué le parece si comenzamos a corresponder al prójimo como desearíamos ser tratados? ¿No sería un gesto de nobleza y justicia? En cada uno de nosotros está el hermoso, imperioso e impostergable desafío de erigir una mejor sociedad. Todos estamos obligados a demostrar genuina entrega, dimensión humana y probados principios. ¡Piénselo!  http://wperezruiz.blogspot.com/

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Redactado por Wilfredo Pérez Ruiz, Docente, comunicador y consultor en protocolo, ceremonial, etiqueta social y relaciones públicas, escritor y co-editor de Maganine Mentalidad Global.

30 de Marzo 2022, Perú 

Categoría: Etiqueta 

Referencia: WP30032022EP

“Somos una empresa de desarrollo de capacidades que conecta valores, culturas, organizaciones, individuos y sociedades en todo el mundo”

PYME NETWORKING INTERNACIONAL DE NEGOCIOS Y REFLEXIÓN SOBRE DESAFÍOS

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PYME Entrepreneurs International Business permite que los pequeños y medianos empresarios de todo el mundo se reúnan, coincidan y hagan negocios entre sí.

Organizamos reuniones mensuales en el idioma español e ingles en línea y brindamos a los participantes una plataforma para presentarse y perfilarse. Además, brindamos asistencia técnica y programas de capacitación para permitir que las pyme hagan negocios en todo el mundo con bajo riesgo. 

El mundo se está transformando de una economía industrial a una economía empresarial. ¡Sí, esto también está sucediendo en tu propio país! Las grandes empresas son cada vez más pequeñas y el número total de empresas aumenta rápidamente. Además, hay un número cada vez mayor de empresas unipersonales (autónomos) que ofrecen conocimientos especializados que pueden ser muy valiosos para clientes de todo el mundo.

PROGRAMA 2023

17.00 – 17.05 Bienvenida a cargo de Adriana Flores, MA, Directora Ejecutiva de ProtocolToday

17.05 – 17.15 Presentación de SME International Business por el Dr. Dewanand Mahadew, experto internacional con experiencia en desarrollo empresarial en más de 60 países. Es el director gerente de NewEconomyStrategies.

17.15 – 18.15 Encuentro y Saludo. Participantes: presentación de 3 minutos de cada participante que destaca su perfil comercial y los desafíos que enfrentan en los negocios internacionales

18.15 – 18.30 Reflexión sobre los retos empresariales internacionales de los participantes por el Dr. Dewanand Mahadew. Discusión de posibles oportunidades de negocio.

18:30 Cierre del Networking.

PERFIL DE LOS PARTICIPANTES:

Directores | Emprendedores | Gerentes | Ejecutivos |Consultores | Desarrollo de Negocios | Profesionales.

DIPLOMACIA DEL PODER BLANDO (Soft Power Diplomacy)

El fenómeno de la diplomacia blanda de Japón se retrata a través de «Diplomacia de la cultura pop». El programa del gobierno japonés utiliza anime (dibujos animados) y manga (un estilo cómico) para lograr un objetivo de política exterior. El uso de la cultura pop como estrategia diplomática se erige en una oposición atractiva, cálida y humana a la amenaza del poder militar. Si bien la dependencia de la cultura pop como medio de diplomacia blanda y marca de nación tiene un potencial significativo para las relaciones internacionales, las naciones deben ser cautelosas al desarrollar estas prácticas. Un análisis de iniciativas recientes en Japón, Gran Bretaña, Turquía y los Estados Unidos revela los posibles beneficios y peligros de la diplomacia blanda y la marca de nación a través de la cultura popular.

El Poder suave (Soft Power)

Joseph Nye Jr, politólogo de la década de 1980, definió el poder blando como la capacidad de un país para influir en otros sin recurrir a la presión coercitiva. Cuando se pone en práctica, implica un proceso en el que los países proyectan sus valores, ideales y cultura a través de las fronteras para fomentar la buena voluntad y fortalecer las alianzas. El concepto de poder blando fue utilizado por primera vez en 1990 por el politólogo estadounidense Joseph Nye. En su artículo, Nye se centra en cómo Estados Unidos reconstruirá el poder hegemónico del mundo unipolar después de la Guerra Fría. El debate se ha configurado en torno a “cómo ha cambiado el poder en las relaciones internacionales”. Los países deben renovarse constantemente en la competencia global.

Los países han desarrollado herramientas y estrategias para ayudarlos a superar a sus competidores en la competencia global. Los poderes blandos y la marca del país son las herramientas más importantes. Las imágenes positivas de los países atraen inversiones, turismo y seguridad. La marca país se ha convertido en una herramienta fundamental de soft power en este contexto. Los valores de marca de los países y los poderes blandos se impactan directamente entre sí. Los países con un alto valor de marca también tienen un poder blando efectivo. El poder blando de un país se basa principalmente en tres factores: su cultura (en lugares donde atrae a otros), sus valores políticos (cuando se defienden en el país y en el extranjero) y sus políticas exteriores (cuando se consideran legítimos y tener autoridad moral.)

Diplomacia del poder blando

La diplomacia blanda es una de esas palabras con una definición vaga que reconoces cuando la ves. Por lo general, se refiere a los intentos de interactuar directamente con el público de manera indirecta; es el equivalente de poder blando de la diplomacia en el sentido de que el objetivo no es tanto cumplir una tarea sustantiva específica como tratar de cambiar la base fundamental sobre la que existe una relación diplomática entre países. En sí misma, la diplomacia evoluciona a partir de la teoría RI del liberalismo, que promueve la cooperación entre los actores estatales para la resolución pacífica de cuestiones en conflicto en una situación en la que todos ganan. Como gran admirador del trabajo de Joseph Nye sobre liberalismo y poder blando, puedo decir que la diplomacia blanda se basa en la misma idea.

La diplomacia blanda es un proceso de empoderamiento mutuo en el que no se toman medidas directas orientadas a un objetivo, sino que los esfuerzos se canalizan indirectamente para lograr el objetivo. Existe cierto debate sobre si los actores estatales afectados participarán directamente. Creo que los actores estatales están involucrados en algunos casos, y algunos actores estatales indirectos se involucran en la diplomacia blanda.

Ejemplos de diplomacia de poder blando:

Corea

Desde los movimientos de baile estilo Gangnam hasta los fanáticos enloquecidos de grupos pop coreanos como BTS, Twice, Black Pink y la película ganadora del Oscar Parasite, así como una gran cantidad de seguidores de romance suave en dramas coreanos. Corea es el nuevo líder de la industria del entretenimiento, además de establecer un punto de apoyo en las industrias de la cosmética y la moda, que han conquistado el mundo.

India

La larga historia, cultura y civilización de la India es el factor más importante. Estos han atraído a intelectuales y gente común de todo el mundo a la India. Tantas mentes brillantes de todo el mundo no estarían trabajando como indólogos si no fueran atractivos. Al estar en una ubicación estratégica y una potencia global de Asia, India también ejerce una diplomacia de poder blando a través de su vasta diáspora, industrias de TI y farmacéuticas, y una política exterior que valora a sus vecinos.

China

China es una de las naciones más poderosas en términos de diplomacia de poder blando, desde una potencia económica mundial hasta un centro de rica cultura y tradiciones. China es una tierra que lo tiene todo, incluidos nuestros pandas favoritos, que son uno de los instrumentos clave de la diplomacia del poder blando chino.

Alemania

Alemania ejerce una influencia considerable y un poder blando en la política pública, las relaciones exteriores y los asuntos internacionales. (No tiene miedo de criticar a Rusia o incluso apoyar a Irán por el JCPOA). Alemania también es un importante contribuyente a las donaciones globales a organizaciones internacionales y el defensor más influyente de la protección ambiental, la conservación y el desarrollo sostenible.

Conclusión

Soft Power se trata de ganarse los corazones y las mentes de las personas en su forma más básica. Como resultado, se requiere un enfoque centrado en las personas. Los gobiernos no pueden hacer mucho más que facilitar el proceso en este sentido. Aunque el concepto de Soft Power es impreciso, Joseph Nye hizo bien en resaltar este importante aspecto de las políticas exteriores de los países. No hay país hoy que no valore este factor. Los académicos e intelectuales pueden ser cruciales en este empeño.

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Redactado por Eric Muhia, estudiante de posgrado en Estudios Internacionales y Diplomacia.
21 marzo 2022, Kenia
Categoría: Diplomacia
Referencia: EM210322D

“Somos una empresa de desarrollo de capacidades que conecta valores, culturas, organizaciones, individuos y sociedades en todo el mundo”

¿EN QUÉ CONSISTE UN ARTÍCULO DE OPINIÓN?

En el periodismo escrito el “género de opinión” es uno de los más recurrentes y al que muchos apelamos en el afán de exponer una determinada trama específica. Dentro de este contexto, existe el denominado “artículo de opinión” a cuyas características, ventajas y pormenores quiero referirme.

En esta variedad periodística el autor manifiesta su posición sobre puntos de disímil    actualidad. El encargado de su redacción no obligatoriamente es periodista; con frecuencia es un experto con relevancia en el ámbito académico, social, económico y cultural. Conviene indicar que debe enfrentarse las limitaciones impuestas en relación a su extensión: cada medio establece sus pautas.

Tiene insoslayable importancia contar con explicaciones cualitativas orientadas a reforzar las apreciaciones reveladas. Observo con preocupación “artículo de opinión” con abundante información, pero ausentes del criterio de quien lo firma. También, compruebo lo contrario: textos con un sentir huérfano de componentes argumentativos, etc.

En tal sentido, reitero: no consiste en incorporar amplias, desordenadas y prodigiosas indagaciones. Debe exhibir una secuencia convincente acorde a la estructura previamente definida. Evadamos improvisar, colocar ideas alejadas de la coherencia temática, invocar a oraciones comunes e insertar términos altamente individuales y emocionales en perjuicio de la credibilidad.

El “artículo de opinión” posee una introducción, que detalle lo más sobresaliente de manera concisa, para situar al lector en el campo a tratar; un cuerpo, que desarrolla el análisis con fundamentos y ejemplos y, por último, una conclusión o resumen: puede contener una síntesis o una frase invitando a la reflexión. Sugiero recurrir, en el afán de otorgar calidad expositiva, a casuísticas, datos, expresiones y sátiras. Esta última hay que aprovecharla con prudencia, no todos tienen la solvencia e ilustración para entender su significado.

Esta clase de contenidos, insisto, esquiva plantear imperiosamente asuntos de inmediata vigencia. Pero, deberá abordar innegables cuestiones de interés general de las más diversas áreas. Su creador tiene la libertad, dependiendo la pluralidad de la empresa, de exhibir una visión alineada o discrepante con el medio; es necesario elegir un título original, breve y que suscité atención; está dirigido a una audiencia, no precisamente fascinada en una materia; presenta una mirada enfilada a despertar un juicio analítico.

El “artículo de opinión” es publicado habitualmente en la página editorial o de opinión. Aunque puede colocarse en el espacio definido por el editor o jefe de redacción; con asiduidad se cuenta con una amplitud de colaboradores, cuyos escritos salen a la luz en de acuerdo a la coyuntura. Se diferencia de un columnista por carecer de fecha exacta y lugar de aparición.

A partir de mi experiencia quiero relatar cómo empieza todo. Apunto en mi pequeña libreta algo de aparente utilidad que escucho, veo, converso o experimento. Esa acotación puede soslayar poseer trascendencia o tal vez marque el punto de partida. Seguidamente, me pregunto acerca de su atracción y oportunidad y, con especial énfasis, de mi conocimiento. En ese aspecto declino involucrarme en tópicos ajenos a mi dominio. Cuando decido embarcarme en su escritura, confecciono un mapa conceptual, investigo e incluso platico con personas cuyos alcances serán bienvenidos.

En infinidad de situaciones me acompañan miedos e incertidumbres. Rehúyo asumir con facilidad el empeño de estar frente a la vibrante posibilidad de influir, con mis aportes, subjetividades y afirmaciones, en el público al que presento cada contribución con espíritu punzante y pedagógico. Éste responde siempre a mi intención de lograr superar al anterior, pero nunca mejor al que todavía tengo pendiente anotar. Esta aventura me sumerge en un océano de gozo, producción, atrevimiento y satisfacción.

Mención aparte merece el disciplinado proceso de corrección. Este paso está encaminado no solo a enmendar omisiones, matices gramaticales e incluye una revisión, desde una perspectiva serena, de su construcción, enfoque y contenido. En ocasiones someto el borrador final a la observación de quien podría brindarme una mirada más acuciosa. Si es alguien desvinculado de lo abordado, se hace más enriquecedor el contraste de pareceres.

Es insoslayable dedicar un tiempo para su elaboración y evaluación. No puedo, ni debo -bajo ninguna circunstancia- incurrir en el apresuramiento. Este cometido exige conexión con las ideas y, además, lucidez para renunciar a cualquier intranquilidad e impaciencia. La creación tiene sus etapas y estimo que, quienes estamos inmersos en este quehacer, debemos disfrutar de cada una sin apremios.

Dependiendo el mensaje desarrollado es indispensable que el “artículo de opinión” refleje, sin disimulo ni ambivalencias, mis valores, ideales, posturas e ilusiones. Me esfuerzo en traslucir mi identidad, con todo lo que conlleva. Considero un imperativo ético y, por lo tanto, un gesto de autenticidad por encima de su aceptación en términos personales e intelectuales.

Concluyo compartiendo una revelación -en relación a los motivaciones que me infunden escribir- expuesta en mi nota “Tres décadas esparciendo semillas” (2015): “…Es una manifestación de disconformidad y sublevación frente a una comunidad lacerada por la indiferencia, la apatía, la mediocridad, el egoísmo transformado en un estilo de subsistencia, la falta de identidad corporativa, la escasa o nula habilidad crítica y, en consecuencia, una acentuada incapacidad para cuestionar un conjunto de comportamientos que bloquean nuestra cohesión social”.

Este hermoso proceso de reaprendizaje me alienta a redescubrir la enorme valía de emplear la palabra como elemento de educación, persuasión, cavilación y aliciente en la transmisión de un mensaje con el anhelo de agitar conciencias, estimular cambios, incitar ilusiones, sembrar reacciones colectivas y reorientar conductas. Me complace evocar los vocablos de Miguel de Cervantes y Saavedra, una de las máximas figuras de la literatura española: “La pluma es la lengua del alma”.

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Redactado por Wilfredo Pérez  Docente, comunicador y consultor en protocolo, ceremonial, etiqueta social y relaciones públicas.

15 Marzo 2022, Perú

Categoría: Protocolo de negocios

Referencia: WP15032022PN

“Somos una empresa de desarrollo de capacidades que conecta valores, culturas, organizaciones, individuos y sociedades en todo el mundo”

EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

El 8 de marzo se celebra el “Día Internacional de la Mujer” -por acuerdo de la asamblea general de la Organización de las Naciones Unidas (1977)- con la finalidad de recordar los esfuerzos de quienes bregaron para alcanzar la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.

Los antecedentes de esta efeméride tienen sus orígenes en diversos sucesos. Uno de ellos es cuando un grupo de costureras de Nueva York que, apoyadas por su sindicato, ocuparon la fábrica textil donde laboraban para exigir paridad de salarios y una jornada de trabajo de diez horas (1857). Este movimiento terminó con un incendio y la muerte de 146 obreras.

Tiempo más tarde esta conmemoración es propuesta por la alemana Clara Zetkin (1910) -integrante del Sindicato Internacional de Obreras de la Confección- en el Congreso Internacional de Mujeres Socialistas efectuado en Copenhague (Dinamarca). Había participado en pro de la mujer en 1886 y asistió al Congreso de la Segunda Internacional Socialista en París, asumiendo el derecho de las damas al trabajo y a la intervención en asuntos nacionales e internacionales. También, exigía la protección de madres y niñas.

El 8 de marzo de 1917, en Rusia -como consecuencia de la escasez de alimentos- las mujeres se amotinaron y marcaron el comienzo de la revolución bolchevique que derivó en la caída del zar Nicolás II y en el establecimiento de un gobierno provisional que, por primera vez, concedió a la adulta la potestad de votar. Por la relevancia de este suceso se situó esa fecha -en el calendario gregoriano- como Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Han pasado las décadas y con satisfacción observamos sus conquistas y, especialmente, su exitosa inserción en los distintos quehaceres de la actividad humana. Su progreso abre un campo de nuevas realizaciones y competencias no solo en el mundo profesional. Como dijera la ex primera ministra británica Margaret Thatcher: “En cuanto se concede a la mujer la igualdad con el hombre, se vuelve superior a él”.

A lo largo de la historia existen damas de meritoria fama artística, pedagógica, política y social merecedoras de nuestra evocación en esta circunstancia. Una lección de existencia que constituyen referentes de emprendimiento y superación en un medio aún hostil y adverso. Seguidamente, un recuento del legado de varias de ellas a las que rindo homenaje.

La controvertida María Kodama, pareja del genial escritor Jorge Luis Borges, su confidente, secretaria y, finalmente, su consorte. Colaboró en la elaboración de sus libros “Breve antología anglosajona” y “Atlas”, testimonios de los viajes de ambos por el mundo; Indira Ghandi, estadista, estratega política, activa luchadora por la independencia de la India -dirigida por Mahatma Gandhi- y primera ministra; Manuela Sáenz -conocida como la “Libertadora del Libertador”- la socia sentimental de Simón Bolívar que lo salvó de la muerte, permaneció a su lado en la gesta de Junín y en su deceso en Santa Marta. Ricardo Palma la trató y recogió sus vivencias para las “Tradiciones peruanas”.

Guardo respeto por la viuda del periodista nicaragüense y líder de la Unión Democrática de Liberación, Pedro Joaquín Chamorro, asesinado cuando -desde el diario La Prensa de Managua- combatía la tiranía de Anastasio Somoza. Su esposa Violeta Barrios, de temple ejemplar y firme, integró la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional al triunfar la revolución del Frente Sandinista de Liberación Nacional (1979). Resultó electa presidenta de Nicaragua en 1990.

En el siglo XIX el Perú tuvo dos rebeldes autodidactas, pioneras del periodismo, las letras e infatigables críticas de los absolutismos conservadores: Clorinda Matto de Turner y Mercedes Cabello de Carbonera. La escritora María Emma Mannarelli refiere: “…Cada una enfrentó a los poderes serviles y tutelares; la servidumbre y el caudillismo militar. Ambas mujeres terminaron sus vidas de una manera que habla mucho de lo que estaba ocurriéndoles: Matto en el exilio y Cabello en el manicomio”.

Matto de Turner condujo la gaceta “La Bolsa” de Arequipa (es la primera mujer en dirigir un periódico en Sudamérica), era propietaria de la imprenta “La Equitativa” y autora de la afamada novela “Aves sin nido” (1889). Un verdadero éxito editorial en el que formula un análisis de la educación y el indio. Por su parte, Cabello en su libro “Blanca sol” (1889) cuestiona los matrimonios por conveniencia y rompe las claves del ejercicio del poder en el país. Mannarelli afirma: “…Era particularmente importante ver quién se casaba con quién”. El columnista Ismael Pinto en su publicación “Sin perdón y sin olvido”, señala: “…Cuestiona (Cabello) la educación de la época. En su artículo ‘Una industria para la mujer’, propone que esta podía estudiar medicina, fotografía, imprenta, entre otras cosas”.

Otros ámbitos han contado con la contribución de destacadas exponentes femeninas que dejaron huella. Juana Larco de Dammert, promotora de la campaña “gota de leche”, ahora conocida como vaso de leche. Inició -a principios del siglo XX- lo que, actualmente, se denominan guarderías infantiles y clubes de madres. Fue sensible, solidaria y valiente.

Magda Portal, poeta reconocida por la intelectualidad peruana. José Carlos Mariátegui calificó sus versos como una voz poética y renovadora. Fundadora del Partido Aprista Peruano, impetuosa, ilustrada y vanguardista en un período en donde su rol era marginal; Blanca Varela González, considerada una de las poetas más notables de esta zona del continente; Doris Gibson Parra del Riego (hija del dramaturgo Percy Gibson Moller), curtida editora, fundadora de la revista Caretas y defensora de la libertad de expresión. Su carácter aguerrido y temperamental -según refería mi padre cuando era funcionario de dicho semanario-  le facilitó enfrentar la censura militar durante la década de 1970.

Una conciudadana excepcional era Violeta Correa Miller. Reportera, secretaria y esposa del presidente Fernando Belaunde Terry. Primera dama (1980-1985), discreta, sencilla y consecuente con sus convicciones democráticas; Rosa “Mocha” Graña Garland, polifacética, señora del arte y la cultura, a quien tuve el placer de conocer. Sus vivencias denotaban profundidad y pasión. Para algunos Mocha fue la última “tapada” de Lima; Isabel “Chabuca” Granda y Larco, cantautora y folclorista que ofreció una infinidad de valses criollos y autora de “La flor de la canela”.

Mi consideración por César Vallejo me inspira aludir a su viuda, la complicada e impredecible francesa Georgette Marie Philippart, quien compartió su visión del viejo continente, sus aventuras literarias y padecimientos. Siguiendo sus huellas, vino al Perú a pasar sus últimos años y cultivó amistad con Raúl Porras Barrenechea, Arturo Salazar Bondy, Mario Vargas Llosa y Pablo Macera, entre otros. Falleció atrincherada en su incesante riña por hacer respetar el espíritu y la obra del poeta de Santiago de Chuco.

Los peruanos tendremos siempre una deuda de gratitud con la matemática alemana María Reiche, célebre investigadora de las enigmáticas líneas de Nazca. Su perseverancia y entrega para examinar los dibujos de las pampas sureñas la hicieron ganarse la admiración nacional. Recibió tardíos honores y escaso apoyo en sus labores; las historiadoras contemporáneas Mariana Mould de Pease y María Rostworowski Diez Canseco, renombradas y acuciosas pensadoras. Sus enfoques sobre nuestro pasado nos ofrecen una interpretación profunda; la pintora Gabriela León Velarde, única compatriota que exhibe sus retratos en el Museo del Vaticano por haber ganado el concurso de la Santa Sede (1975) para ilustrar la portada del libro conmemorativo de la beatificación de Juan Masías.

Doña Margarita Biber Poillevard, cónyuge del sabio Javier Pulgar Vidal. Señora encantadora, lúcida, culta, doctora en Educación, minuciosa recopiladora y estudiosa de la invalorable misión científica de su esposo. Le tengo un inmenso cariño enriquecido por los buenos momentos coincididos con Javier. Platicar con Margarita es placentero y me recuerda mis encuentros con este inolvidable maestro y amigo.

Estas líneas finales están dedicadas a una dama especial: mi madre. Compañera inseparable que comprende, alienta y asiste el devenir de mi vida con una paciencia estoica que no alcanzaré agradecer. Su amor y enaltecedor estímulo otorgan renovadas ilusiones y brillos a mi existir.

¡Feliz Día Internacional de la Mujer!

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Escrito por Wilfredo Peréz, Docente, consultor en organización de eventos, protocolo, imagen profesional y etiqueta social.

07 de Marzo 2022, Perú

Categoría: Diplomácia

Referencia: WP07032022D

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RETOS DEL PROTOCOLO EN EL SIGLO XXI (I)

Como hemos ido viendo en otros artículos El Protocolo en el siglo XXI

y El Origen del Protocolo, el protocolo es una disciplina compleja y muy transversal que tiene desafíos a los que enfrentarse. La literatura científica consultada nos ha dado como resultado que la disciplina tiene cinco restos para el s. XXI. Este será el primer artículo de una serie de cinco donde hablaremos de todos ellos. 

PRIMER RETO: DESCONOCIMIENTO

El primer reto versa sobre el desconocimiento en general que se tiene sobre qué es el protocolo, no solo por el público en general, sino también por los medios de comunicación. Si te dedicas a esta profesión no me cabe duda de que sabes a qué me refiero. Si saliéramos a la calle y preguntáramos a las diez primeras personas que encontráramos si saben qué es el protocolo, probablemente sus respuestas harían referencia a cómo colocar los cubiertos en la mesa o a que eso es cosa de la realeza.

Pero no somos, ni mucho menos, los primeros en afirmar este hecho. Otros profesionales han afirmado antes que la sociedad en general no conoce qué es el protocolo, ya que lo asocia a fastos, gastos innecesarios, comidas, etc. (Fuente Lafuente, 2013, p. 4) Palabras que nos han evocado otros artículos recientes en prensa escrita y digital donde, con el fin de denunciar casos de políticos que consideran han hecho un exceso de gasto, lo titulan asociándolo al protocolo.

Pero imaginemos por un momento que cualquiera de esas personas quisiera profundizar en internet sobre el tema. ¿Qué ocurriría?

En los últimos años ha habido un «esplendor» de los contenidos en protocolo en la red, ya sea en formato web, blog, videoblog, etc. Cualquier persona que quisiera aprender sobre nuestra profesión podría ir a internet y hacer una investigación fácilmente. Por tanto, la pregunta sería, ¿qué se van a encontrar?

María Gómez Requejo colaboradora del proyecto Protocol Bloggers Point (PBP), un espacio dedicado a recoger todos los blogs en diversos idiomas que existen cuya temática es el protocolo, escribía un artículo donde hacía un análisis de este espacio web. Sus conclusiones fueron:

  • El 7,6% de los blogs que se recogen en este espacio podemos considerarlos hechos por investigadores del mundo del protocolo.
  • El perfil de los blogueros es de un 15,8% aficionados y un 84,2% profesionales de todos los ámbitos del sector protocolo/eventos.
  • De estos últimos, los profesionales, solo un pequeño porcentaje son investigadores, y, por tanto, tratan el tema desde una perspectiva científica.
  • El contenido no solo está redactado en español, sino también en inglés. Hay blogueros residentes en 11 países distintos.
  • Las temáticas específicas de los blogs son ocho, pero las principales que recogen la mayoría de los casos son cuatro: comunicación, eventos, protocolo y ceremonial e imagen personal y etiqueta.

A continuación, la autora se centra en las publicaciones que existen alrededor del protocolo con un carácter científico. En este ámbito, se indica que existe una en activo, la Revista de Estudios Institucionales editada por la UNED (en español), y la revista Compé, la cual editó su último número el pasado año 2014.

La segunda parte de este gran desconocimiento sobre el protocolo viene de la mano de los medios de comunicación. Tanto los tradicionales como los digitales.

Carlos Fuente hace una primera aproximación al fenómeno del protocolo en los medios de comunicación. En su opinión, hay una tendencia ha identificar el protocolo y sus actos oficiales en el entorno de la realeza. Esto tiene una consecuencia muy directa, que no es otra que calificarlo de estricto y encorsetado. Fuera del ámbito oficial lo encuadran en los buenos modales y el saber estar (Fuente Lafuente, 2013b, p. 170).

Esta visión que transmiten en general los medios tiene una consecuencia clara: la distorsión social del concepto. El público en general aprende por los medios que la disciplina básicamente es fiestas, montajes innecesarios, etiqueta y otras frivolidades. Por ello, medios y sociedad relacionan protocolo con gastos superfluos. 

Y al respecto de los medios, encontramos un estudio más reciente donde se analiza este aspecto en medios digitales -prensa, radio y televisión- en el periodo comprendido entre 1979 a 2016 (De la Serna Ramos, 2017).

Desde luego, una de las cosas que deja claras desde el principio la investigación es que, aprender qué es el protocolo a partir de los medios de comunicación es imposible. Y que, con la aparición de los medios digitales y las redes sociales, la situación ha empeorado. La asociación del término protocolo viene ligada a temas de indumentaria o de educación social únicamente. La impresión que se tiene es que pareciera que, a los medios no les interesa en absoluto si el uso es correcto o no, puesto que lo que necesitan es un titular que atraiga a los lectores. Decir «el Papa Francisco se ha saltado el protocolo» tiene mucho más gancho para el lector que «el Papa Francisco se ha parado a hablar con un conocido».

En definitiva, que el público no conozca la disciplina es una cosa, que en mayor o menor medida tiene una solución «fácil» con la difusión de conocimiento, pero tener que cambiar y corregir lo que las personas han ido oyendo una y otra vez en medios de comunicación, le da un cariz diferente a una situación de por sí difícil para el protocolo.

A pesar de ello, De las Serna Ramos, en su investigación llega a cuatro conclusiones:

  • No se puede afirmar que siempre se haga un uso incorrecto del término protocolo en medios, puesto que en algunas ocasiones el uso es adecuado y riguroso.
  • En segundo lugar, que, en el caso español, con la llegada de la democracia, la disciplina empieza a encontrar su sitio en los medios relacionado con las autoridades o clase política.
  • Por otro lado, que en los primeros años del s. XXI se detecta un aumento en las incorreciones del uso del término y la disciplina. Éste va ligado a la etiqueta apareciendo en las secciones de sociedad de nuevo.
  • Finalmente, y viendo que la situación es más negativa que positiva, De la Serna Ramos propone una medida encaminada a la mejora de la situación de ésta disciplina en el ámbito de los medios: incluir asignaturas de protocolo en los grados y estudios de periodismo. Actualmente, solo dos universidades que cuentan con los estudios de Periodismo ofrecen esta opción.

Por consiguiente, esta situación es complicada de revertir y supone el primer gran reto que tiene el protocolo en el s. XXI. Hay, sin duda, un gran desconocimiento por parte del púbico en general, y esta situación no parece que vaya a mejorar a tenor de la situación descrita con los medios de comunicación.  

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BIBLIOGRAFIA

De la Serna Ramos, M. (2017). Tratamiento del protocolo en los medios de comunicación. Una aproximación. Revista de Estudios Institucionales, IV, 11-26.

Fuente Lafuente, C. (2013a). Los necesarios cambios en el Ceremonial de Estado. Compé. Revista Científica de Comunicación, Protocolo y Eventos, 4-19.

Fuente Lafuente, C. (2013b). Percepción de los medios de comunicación sobre el protocolo. Compé. Revista Científica de Comunicación, Protocolo y Eventos, 1, 156-173.

Gómez Requejo, M. (2017, junio 27). La importancia de los blogs en la divulgación/difusión del protocolo. El caso “Protocol bloggers point”. Revista Estudios Institucionales, 4(6), 117-136. Recuperado de http://revistas.uned.es/index.php/EEII/article/view/18862

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Redactado por Daniel Delmás, Profesional en eventos y protocolo.

15 de Febrero 2022, Países Bajos

Categoria: Protocol 

Referencia: DD15022022P    

“Somos una empresa de desarrollo de capacidades que conecta valores, culturas, organizaciones, individuos y sociedades en todo el mundo”

LA «CRITICA» CONTRUCTIVA

Integramos una comunidad en la que no hemos sido preparados para dialogar, negociar, forjar entendimientos y hacer apreciaciones inspirados en la genuina intención de recapacitar acerca de realidades que deben corregirse o analizarse. Me refiero a la tolerancia frente a la “crítica”.

Empecemos aclarando el significado de este vocablo. La Real Academia de la Lengua Española lo define como lo que “se expresa públicamente sobre un espectáculo, un libro, una obra artística, etc.” como “examen y juicio”. Este término deriva de la palabra “criterio”.

También, es la función dirigida del intelecto crítico, emitida como opinión formal, fundada y razonada -imperiosamente analítica- con connotación de sentencia cuando se establece una verdad ante un tema u objeto concreto. En el lenguaje cotidiano es la reprobación o censura realizada de algo o alguien.

Entendida como una práctica destinada a examinar y explorar, la “crítica” debe ser común en las personas para poner en controversia sus determinaciones. Esta cualidad fomenta un contenido reflexivo y estimulante al desarrollo integral de los individuos. La mirada “crítica” exhibe una disconformidad que posibilita orientar mejores acciones y la continúa evaluación de los actos. Por lo tanto, es prioritario de llevar acabo en un medio carente de esta facultad.

No temamos, ni rechacemos la “crítica” cuando se diferencia por su magnitud introspectiva y sensatez. Su sano ejercicio hará capaces a los sujetos, en lo personal y grupal, de meditar sobre asuntos que, a simple vista, se asumen como válidos, ciertos y categóricos. No siempre es así. Para enfrentar con éxito las complejidades se requiere tener un alto índice de habilidad juiciosa y meditación constante.

Se recomienda alimentar la “crítica constructiva” a partir, entre otros elementos, de un proceso formativo que incluya el cuestionamiento positivo en el entorno familiar, social y educativo, y esté orientada ha profundizar los conocimientos y emociones. Aceptar órdenes, instrucciones y mandatos -sin usar el criterio de valor- obstruye el desenvolvimiento de esa extraordinaria posibilidad del ser humano, tan poco aprovechada, de someter a escrutinio las afirmaciones recibidas.

En tal sentido, sugiero aproximarse a la lectura. Una herramienta que subleva y hace al prójimo discrepante, agudo y analítico. Además, compromete la ampliación de nuevas virtudes; ayuda a perfeccionar el lenguaje, mejora la expresión, el vocabulario y la ortografía; incrementa las relaciones humanas y favorece la empatía; facilita la exposición del pensamiento y la capacidad deductiva; activa las funciones mentales agilizando la inteligencia; abre la imaginación y creatividad. Recuerde, la carencia de cultura e ilustración da lugar a conductas anodinas, súbditas y sometidas a mensajes paralizadores.

Todos los mecanismos que involucren un entrenamiento crítico serán bienvenidos en una colectividad indiferente, intelectualmente “parapléjica”, conformista y, además, manipulada por medios de comunicación, políticos, líderes de opinión, contenidos publicitarios, estereotipos y otros componentes que contribuyen a su creciente estancamiento.

Fomentar la “crítica” es una tarea que se nutre, principalmente, del ejemplo de los padres, quienes tienen una influencia explícita para moldear a sus hijos y, por lo tanto, pueden potenciar esta destreza a fin de ayudarlos a “pensar”. La forma como se zanjan los conflictos en el hogar, la empresa y la sociedad, –sin lugar a dudas- muestra la ausencia de la “crítica constructiva”. Por el contrario, las diferencias se resuelven a través de la confrontación, alzando la voz, con imposiciones autoritarias, prepotencias y amenazas, lo que lo evidencia escasa “inteligencia emocional” (la lucidez para reconocer sentimientos propios y ajenos, y la pericia para manejarlos con sapiencia). El término fue popularizado por Daniel Goleman, en su célebre publicación “Inteligencia emocional” (1995).

De otra parte, es imprescindible establecer ciertos criterios que posibiliten la “crítica constructiva” a fin de afrontar las adversidades cotidianas de manera propicia. Se propone evitar estar molesto o cargado emocionalmente; adoptar un gesto flexible y de servicio; describir el dilema sin emitir juicio de valor; indicar cómo se siente ante el incidente, expresar sus impresiones; y, por último, preguntar cómo puede ayudar.

De modo que, como señala David Fischman en su libro “El espejo del líder”: “Es necesario tomar conciencia de que nosotros mismos tenemos mucho que mejorar. De lo contrario, estaremos escondiendo nuestras propias carencias, destacando y exagerando los defectos de nuestro personal”. Es conveniente poseer una aptitud abierta y humilde.

En todo ámbito encontramos situaciones que demandan madurez e inteligencia (entendida como la capacidad para resolver problemas). La dinámica social actual, caracterizada por su alto índice de estrés, exige conocer las implicancias de la “crítica constructiva” para encarar infortunios y entredichos en el largo caminar de la vida. Para concluir, considere las oportunas palabras del escritor español Fernando Sánchez Dragó: “La mejor crítica es la que no responde a la voluntad de ofensa, sino a la libertad de juicio”. http://wperezruiz.blogspot.com/

 

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Redactado por Wilfredo Pérez Ruiz, Docente, comunicador y consultor en protocolo, ceremonial, etiqueta social y relaciones públicas. 

14 de Febrero 2022, Perú 

Categoría: Profesionalismo

Referencia: WP14022021EP

“Somos una empresa de desarrollo de capacidades que conecta valores, culturas, organizaciones, individuos y sociedades en todo el mundo”

HABILIDADES BLANDAS IMPULSANDO EL ÉXITO PROFESIONAL EN LA ECONOMÍA POST-PANDEMIA

Los últimos dos años trajeron cambios sin precedentes en la forma en que vivimos y trabajamos. A medida que se pronostica que la segunda ola de La Gran Renuncia descenderá sobre todas las industrias a mediados de 2022, los empleadores y los empleados están repensando fundamentalmente sus estrategias futuras.

Si bien es difícil prever el verdadero gasto de los cambios y los efectos duraderos en el mundo posterior a la pandemia, es evidente que los cambios llegaron para quedarse.

La investigación realizada por la Universidad de Harvard ha demostrado consistentemente que el 85 % del éxito profesional se puede atribuir a habilidades sociales y interpersonales bien desarrolladas. Tradicionalmente, el énfasis en la etiqueta comercial se colocaba en un entorno profesional para construir relaciones comerciales a largo plazo y una buena relación con el cliente. Sin embargo, en el clima actual, los empleadores comenzaron a reconocer que las habilidades interpersonales son necesarias no solo para que los candidatos potenciales se destaquen, sino también para que las corporaciones conserven el talento que ya tienen trabajando para ellas.

La pandemia catalizó el equilibrio dinámico cada vez mayor en los mercados laborales de todo el mundo, el cambio más significativo desde la Revolución Industrial. El objetivo es sobresalir en esta pequeña ventana de oportunidades, donde las empresas están dispuestas a contratar personas con una amplia gama de experiencia e invertir en la capacitación de sus empleados. Si bien la falta de conocimiento o experiencia específicos de la industria es reconocida y apoyada con entusiasmo por los empleadores, las habilidades interpersonales bien desarrolladas siguen siendo componentes y criterios imperativos al momento de contratar.

Trabajar desde casa digitalizó la forma en que interactuamos con nuestros colegas y clientes. Como para muchos de nosotros, los principales canales de comunicación son los correos electrónicos, las llamadas telefónicas y las videoconferencias; es más vital que nunca poseer la capacidad de comunicación clara y concisa, buenos modales y la capacidad de construir relaciones sólidas con personas, a quienes tal vez nunca lleguemos a conocer en persona. La rápida globalización y la subcontratación de la fuerza laboral agregaron una capa adicional de necesidad para comunicarse con personas de diferentes culturas en todo el mundo de manera efectiva. Nos hemos encontrado en un mundo donde el conocimiento y las habilidades se han colocado en el mismo plano con decoro profesional y sensibilidad intercultural.

Como alguien cuya experiencia profesional principal está en STEM, mis conclusiones se basan en una combinación única de observaciones diligentes y una comprensión firme de que desarrollar buenas habilidades interpersonales es en gran medida un fenómeno multidimensional. En mi opinión, la habilidad única de cambiar y adaptar el vocabulario de uno dependiendo de la audiencia es la habilidad de vida más crítica que uno puede dominar. La presentación personal, las habilidades para escuchar y la eficiencia deben aprenderse para sobresalir en un entorno profesional. Pero sobre todo, incluso si el desarrollo profesional no está en su lista de prioridades, vale la pena recordar que se estima que Ai reemplazará el 40% de los trabajos actuales en los próximos 15 años. Con este pronóstico indiscutible en mente, vale la pena recordar que las habilidades interpersonales seguirán siendo las más buscadas en los mercados laborales de todo el mundo.

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Redactado por Anastasia Martel, especialista en Etiqueta 

8 Febrero 2022,  El Reyno Unido

Categororia: Diplomacia

Referencia: AM80222D

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PALABRAS MÁGICAS: “POR FAVOR” Y “GRACIAS”

Desde pequeños hemos sido instruidos para recurrir a estos dos vocablos. Quizá nos disgustó la insistencia de nuestros progenitores cuando pedíamos algo y aseveraban: ¿Qué se dice?; y debíamos responder “por favor”. Al haberlo obtenido insistían: ¿Qué se dice?; muchas veces incómodos por la presión concluíamos “gracias”.

Desde mi punto de vista estos términos brindan afabilidad y consideración al diálogo. Su aplicación podría contribuir a mejorar la deteriorada, tensa y agobiante convivencia social que enfrentamos. Nuevamente subrayo la necesidad de aportar, con positivas acciones, a acrecentar nuestra vinculación con el entorno.

Acompañar el mensaje transmitido con un “por favor” otorga una atrayente sensación de exhortación al oído del interlocutor. Se percibe espíritu persuasivo y favorable disposición; hace sentir bien al receptor y distingue al emisor. No implica dejar de dar una orden en caso sea inevitable en razón de la jerarquía o función. Con frecuencia evoco esta propicia frase que, al parecer, cuantiosos prójimos omiten: “Trata a tu inferior, como quisieras ser tratado por tu superior”.

Su práctica exhibe aprecio hacia las personas con las que alternamos y, por lo tanto, alimenta una agradable interacción. Prescinda desmayar en su afán de invocar esta palabra. Es importante lo que nombramos y cómo lo proferimos. Tenga presente: la música tiene tanta trascendencia como la letra.

“Gracias” proviene del latín gratia que deriva de gratus (agradable, agradecido) y significa decoro y alabanza que se tributa a otro. Gratus y gratia tienen igual origen indoeuropeo. Su usanza refleja un explícito reconocimiento o retribución: sea espontáneo, sonría y proyecte una actitud encantadora.

Las buenas enseñanzas deben interiorizarse a fin de lograr que los menores sean individuos idóneos para relacionarse con éxito, crear un clima de cordialidad a su alrededor y forjar efusivos lazos con sus semejantes. Recomiendo a los padres rehuir creer que ser agradecido solo es una manifestación de óptimos modales. Ésta debe extenderse como un valor en los disímiles ámbitos de nuestras vidas.

Evite convertirse en un sujeto -como vemos en quienes laboran en atención al cliente- que saluda fríamente, muestra los dientes, recita un libreto y concluye diciendo: “en algo más lo puedo atender”. Sea cálido y emplee expresiones como: “ha sido usted muy amable, gracias”; “le estoy agradecido por su gentil deferencia”; “agradezco su tiempo concedido y le deseo un buen día”, entre otros enunciados enriquecedores. Muestre autenticidad, naturalidad y servicial disposición al dar las “gracias”.

Al recibir un regalo por un acontecimiento familiar -como natalicio, bautizo o enlace matrimonial- una convocatoria a comer o almorzar, homenaje, condolencia, un agasajo durante su viaje fuera de la ciudad o cualquier cortesía -en el quehacer personal o profesional- proceda a agradecer. Hágalo en el lapso oportuno con el propósito de transmitir delicadeza y reconocimiento; obvie obrar a destiempo.

Hay diversos modos de canalizar este sublime sentimiento imprescindible en la reciprocidad entre hombres y mujeres. En ocasiones informales a través de una llamada telefónica o emial; en acontecimientos formales escriba una esquela o carta. También, puede formular una invitación, enviar un obsequio o ramo de flores. Es un rasgo elegante y pertinente; no permitamos su extinción y, además, desestimemos apelar a múltiples ocupaciones para soslayar hacerlo. Tomémonos siempre un instante para decir con urbanidad “gracias”.

La vida está compuesta por hermosos, generosos y singulares detalles: agradecer es uno de ellos. Con seguridad su conducta será un modelo a imitar; abrirá un espacio de reflexión y persuadirá sobre este acertado comportamiento. Dejemos de cuestionar las carencias e indelicadezas, propias de nuestra lacerante realidad, para participar del reto de ofrecer nuestra conducta y decencia como ejemplo e inspiración. Seamos protagonistas del cambio que tanto demandamos.

En tal sentido, evadamos sentir el incómodo imperativo de pronunciar “por favor” y “gracias”. Su utilización debe responder a nuestra genuina identidad, estilo y empatía. Comencemos a admitirla como una característica inherente en la comunicación interpersonal en todo momento y lugar, sin diferenciar estatus o subjetividades. Insisto: la etiqueta social no se ejerce en función de estados anímicos, rangos, apegos o antojos.

La educación honra a quien la ejerce, realza la personalidad, infunde simpatía, abre nuestros espacios de acercamiento y genera un clima de armoniosa, tolerante y saludable conexión entre los seres humanos. Eludamos renunciar al desafío de enseñar con la coherencia de nuestro desenvolvimiento y la satisfacción de esparcir semillas de esperanza. Vienen a mi memoria las vigentes aseveraciones del monseñor francés Félix Dupanloup: “La educación es el arte de preparar al hombre para la vida eterna mediante la elevación de la presente”.

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Redactado por Wilfredo Pérez Ruiz, Docente, consultor en organización de eventos, protocolo, imagen profesional y etiqueta social

27 de Enero 2022, Perú 
Categoría: Etiqueta
Referencia: WP270122EE

“Somos una empresa de desarrollo de capacidades que conecta valores, culturas, organizaciones, individuos y sociedades en todo el mundo”

¿QUÉ ES LA RESPONSABILIDAD SOCIAL?

Es frecuente escuchar diversos, confusos y distorsionados conceptos. Hay quienes dan disímiles interpretaciones a una filosofía que gradualmente ha evolucionado en el mundo. Al respecto, podemos identificar la Responsabilidad Social Individual (RSI) y la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Cada una tiene sus indudables peculiaridades. Ambas contribuyen a cooperar en la resolución de las necesidades de un determinado contexto social y están enfocadas hacia el interés general.

Empezaremos describiendo la RSI. Está referida al compromiso brindado por una persona mediante tareas, cometidos y decisiones, de variada índole, en favor de su comunidad. Alude al “sentido de pertenencia” y, por lo tanto, a su involucramiento para brindar su intervención en iniciativas encaminadas al “bien común”.

Un cuantioso número de quehaceres cotidianos pueden marcar la diferencia y generar una conducta “socialmente responsable”. Por ejemplo, cumplir con pagar los impuestos, separar los desechos orgánicos e inorgánicos, dar mantenimiento a los vehículos para disminuir la contaminación, aminorar el uso de envases desechables o donar sangre de forma intencional. Tengamos presente: todas nuestras acciones repercuten y generan impactos, de un modo u otro, en nuestra sociedad.

El ejercicio de la RSI está relacionado con la madurez cívica y, especialmente, con los valores ciudadanos y democráticos. Aprender a sentir el entorno como parte integral de nuestras vidas posibilitará desarrollar innumerables actos de ayuda al prójimo a través de organizaciones no gubernamentales y altruistas. Ello implica salir por unos momentos de la “zona de confort” e integrarnos en el espacio en el que interactuamos para dar un aporte que, por más sencillo que sea, engrandece nuestras existencias.

Los programas de voluntariado son una magnífica opción. Consisten en actividades de interés asistenciales, educativas, culturales, deportivas o de conservación ambiental -desarrolladas por hombres y mujeres- ajenas a una dependencia laboral, funcionarial o mercantil en las que participan jóvenes, profesionales y adultos mayores. Estos quehaceres fortalecen la autoestima, incitan las habilidades sociales, facilitan adherirnos con nuestra colectividad, estimulan principios importantes en la conexión humana como la bondad, la tolerancia, la convivencia, entre otros de innegable valía para concebir una población con vínculos de hermandad. 

La RSE expresa la visión, misión y valores de la organización; destaca el respeto por los colaboradores y sus familias y la comunidad. Esta perspectiva es independiente de los productos o servicios ofrecidos, del sector al que pertenece, de su tamaño, características o nacionalidad. Es un indicador del espíritu de aportar valor. Ninguna compañía está forzada a convertirse en “socialmente responsable”; sin embargo, es un mandato moral insertarlo en su actuación.

Demanda generar dividendos financieros acompañados de obligaciones legales y éticas como respetar a los moradores y establecer un saludable nexo con sus distintos públicos y en los niveles en los que se articula. Permite compatibilizar su rol con los anhelos de su entorno y es congruente con la productividad, los sistemas de calidad, la transparencia, la reducción de costos, la obtención de beneficios o la afectación al medio ambiente. Descartemos la idea que la RSE exige elevados costos y complejidades.

Toda entidad, sin importar si es pequeña, mediano o grande, puede ser “socialmente responsable” a partir de la decisión de su más alta instancia; es decir, de las convicciones de quienes la conducen. Soslayemos asumirla como faenas efímeras y humanitarias ejecutadas en especificas coyunturas (celebración navideña, desastres naturales o colectas públicas). Debe reflejarse, de forma trasversal, en cada una de sus labores de manera permanente y sostenible, más allá de actividades filantrópicas; las que, por cierto, no constituyen el único modo de plasmar su ejecución. Corresponde mostrar un compromiso continuo con sus variadas audiencias: no siempre es así.

La RSE es un componente de la identidad corporativa que facilitará obtener favorables resultados en dos esferas: interna y externa. En la primera, genera un buen clima laboral, promueve programas de capacitación e incentivos, aviva un proceso de fidelización, alienta la igualdad de oportunidades, instituye sistemas de meritocracia, rechaza la discriminación, impulsa virtuosas prácticas empresariales, cumple con las normas jurídicas laborales, posee códigos o manuales de ética, etc.

En la segunda, concibe una imagen de credibilidad y confianza -además de sus consumidores- hacia la sociedad con la que construye una reciprocidad empática, solidaria y respaldada en una óptima convivencia. Al mismo tiempo de obtener acreditaciones, reconocimientos, atraer a profesionales exitosos, alimentar una vinculación armónica con proveedores, autoridades, gremios, entre otros.

Ser “socialmente responsable” conlleva invariablemente una conducción basada en sólidos principios tan requeridos de fomentar, alentar y restituir en estos lacerantes momentos en los que prevalece -como eco de una “cultura global”- la apatía, la insolidaridad y aislados sentimientos de unión. Todos estamos en condiciones de contraer un rol diligente en nuestro hábitat, inspirados en el propósito de colaborar en asuntos que demandan nuestra entrega, empeño y dedicación.

Es un imperativo que debemos emprender habitantes y corporaciones. En consecuencia, creo pertinente evocar las trascendentes y vigentes palabras del reconocido empresario, escritor e ingeniero norteamericano Jack Welch: “La responsabilidad social empieza en una compañía competitiva y fuerte. Sólo una empresa en buen estado puede mejorar y enriquecer las vidas de las personas y sus comunidades”. http://wperezruiz.blogspot.com/

 

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Escrito por Wilfredo Peréz, Docente, comunicador y consultor en protocolo, ceremonial, etiqueta social y relaciones públicas

11 Enero 2022, Perúa

Categoria: Ética Empresarial 

Reference: WP110122EE

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