Como hemos ido viendo en otros artículos El Protocolo en el siglo XXI
y El Origen del Protocolo, el protocolo es una disciplina compleja y muy transversal que tiene desafíos a los que enfrentarse. La literatura científica consultada nos ha dado como resultado que la disciplina tiene cinco restos para el s. XXI. Este será el primer artículo de una serie de cinco donde hablaremos de todos ellos.
PRIMER RETO: DESCONOCIMIENTO
El primer reto versa sobre el desconocimiento en general que se tiene sobre qué es el protocolo, no solo por el público en general, sino también por los medios de comunicación. Si te dedicas a esta profesión no me cabe duda de que sabes a qué me refiero. Si saliéramos a la calle y preguntáramos a las diez primeras personas que encontráramos si saben qué es el protocolo, probablemente sus respuestas harían referencia a cómo colocar los cubiertos en la mesa o a que eso es cosa de la realeza.
Pero no somos, ni mucho menos, los primeros en afirmar este hecho. Otros profesionales han afirmado antes que la sociedad en general no conoce qué es el protocolo, ya que lo asocia a fastos, gastos innecesarios, comidas, etc. (Fuente Lafuente, 2013, p. 4) Palabras que nos han evocado otros artículos recientes en prensa escrita y digital donde, con el fin de denunciar casos de políticos que consideran han hecho un exceso de gasto, lo titulan asociándolo al protocolo.
Pero imaginemos por un momento que cualquiera de esas personas quisiera profundizar en internet sobre el tema. ¿Qué ocurriría?
En los últimos años ha habido un «esplendor» de los contenidos en protocolo en la red, ya sea en formato web, blog, videoblog, etc. Cualquier persona que quisiera aprender sobre nuestra profesión podría ir a internet y hacer una investigación fácilmente. Por tanto, la pregunta sería, ¿qué se van a encontrar?
María Gómez Requejo colaboradora del proyecto Protocol Bloggers Point (PBP), un espacio dedicado a recoger todos los blogs en diversos idiomas que existen cuya temática es el protocolo, escribía un artículo donde hacía un análisis de este espacio web. Sus conclusiones fueron:
- El 7,6% de los blogs que se recogen en este espacio podemos considerarlos hechos por investigadores del mundo del protocolo.
- El perfil de los blogueros es de un 15,8% aficionados y un 84,2% profesionales de todos los ámbitos del sector protocolo/eventos.
- De estos últimos, los profesionales, solo un pequeño porcentaje son investigadores, y, por tanto, tratan el tema desde una perspectiva científica.
- El contenido no solo está redactado en español, sino también en inglés. Hay blogueros residentes en 11 países distintos.
- Las temáticas específicas de los blogs son ocho, pero las principales que recogen la mayoría de los casos son cuatro: comunicación, eventos, protocolo y ceremonial e imagen personal y etiqueta.
A continuación, la autora se centra en las publicaciones que existen alrededor del protocolo con un carácter científico. En este ámbito, se indica que existe una en activo, la Revista de Estudios Institucionales editada por la UNED (en español), y la revista Compé, la cual editó su último número el pasado año 2014.
La segunda parte de este gran desconocimiento sobre el protocolo viene de la mano de los medios de comunicación. Tanto los tradicionales como los digitales.
Carlos Fuente hace una primera aproximación al fenómeno del protocolo en los medios de comunicación. En su opinión, hay una tendencia ha identificar el protocolo y sus actos oficiales en el entorno de la realeza. Esto tiene una consecuencia muy directa, que no es otra que calificarlo de estricto y encorsetado. Fuera del ámbito oficial lo encuadran en los buenos modales y el saber estar (Fuente Lafuente, 2013b, p. 170).
Esta visión que transmiten en general los medios tiene una consecuencia clara: la distorsión social del concepto. El público en general aprende por los medios que la disciplina básicamente es fiestas, montajes innecesarios, etiqueta y otras frivolidades. Por ello, medios y sociedad relacionan protocolo con gastos superfluos.
Y al respecto de los medios, encontramos un estudio más reciente donde se analiza este aspecto en medios digitales -prensa, radio y televisión- en el periodo comprendido entre 1979 a 2016 (De la Serna Ramos, 2017).
Desde luego, una de las cosas que deja claras desde el principio la investigación es que, aprender qué es el protocolo a partir de los medios de comunicación es imposible. Y que, con la aparición de los medios digitales y las redes sociales, la situación ha empeorado. La asociación del término protocolo viene ligada a temas de indumentaria o de educación social únicamente. La impresión que se tiene es que pareciera que, a los medios no les interesa en absoluto si el uso es correcto o no, puesto que lo que necesitan es un titular que atraiga a los lectores. Decir «el Papa Francisco se ha saltado el protocolo» tiene mucho más gancho para el lector que «el Papa Francisco se ha parado a hablar con un conocido».
En definitiva, que el público no conozca la disciplina es una cosa, que en mayor o menor medida tiene una solución «fácil» con la difusión de conocimiento, pero tener que cambiar y corregir lo que las personas han ido oyendo una y otra vez en medios de comunicación, le da un cariz diferente a una situación de por sí difícil para el protocolo.
A pesar de ello, De las Serna Ramos, en su investigación llega a cuatro conclusiones:
- No se puede afirmar que siempre se haga un uso incorrecto del término protocolo en medios, puesto que en algunas ocasiones el uso es adecuado y riguroso.
- En segundo lugar, que, en el caso español, con la llegada de la democracia, la disciplina empieza a encontrar su sitio en los medios relacionado con las autoridades o clase política.
- Por otro lado, que en los primeros años del s. XXI se detecta un aumento en las incorreciones del uso del término y la disciplina. Éste va ligado a la etiqueta apareciendo en las secciones de sociedad de nuevo.
- Finalmente, y viendo que la situación es más negativa que positiva, De la Serna Ramos propone una medida encaminada a la mejora de la situación de ésta disciplina en el ámbito de los medios: incluir asignaturas de protocolo en los grados y estudios de periodismo. Actualmente, solo dos universidades que cuentan con los estudios de Periodismo ofrecen esta opción.
Por consiguiente, esta situación es complicada de revertir y supone el primer gran reto que tiene el protocolo en el s. XXI. Hay, sin duda, un gran desconocimiento por parte del púbico en general, y esta situación no parece que vaya a mejorar a tenor de la situación descrita con los medios de comunicación.
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BIBLIOGRAFIA
De la Serna Ramos, M. (2017). Tratamiento del protocolo en los medios de comunicación. Una aproximación. Revista de Estudios Institucionales, IV, 11-26.
Fuente Lafuente, C. (2013a). Los necesarios cambios en el Ceremonial de Estado. Compé. Revista Científica de Comunicación, Protocolo y Eventos, 4-19.
Fuente Lafuente, C. (2013b). Percepción de los medios de comunicación sobre el protocolo. Compé. Revista Científica de Comunicación, Protocolo y Eventos, 1, 156-173.
Gómez Requejo, M. (2017, junio 27). La importancia de los blogs en la divulgación/difusión del protocolo. El caso “Protocol bloggers point”. Revista Estudios Institucionales, 4(6), 117-136. Recuperado de http://revistas.uned.es/index.php/EEII/article/view/18862