ENFOQUES DE LA DIPLOMACIA EN LA AYUDA HUMANITARIA

La diplomacia es una función especializada realizada por un grupo específico de personas. Los deberes y obligaciones de los diplomáticos oficiales, así como el desempeño de sus funciones, están claramente definidos por el derecho y la costumbre internacionales. Detrás de la incomodidad de los funcionarios humanitarios con el término diplomacia está el hecho de que la diplomacia implica interacciones regulares con los funcionarios políticos anfitriones, ya sean actores estatales o no estatales. Mientras que las carteras de los diplomáticos son abrumadoramente políticas, las organizaciones humanitarias se esfuerzan por establecer y mantener sus credenciales no políticas.

Los diplomáticos de un determinado país afectado por una crisis forman una “comunidad”. Colaboran en temas de interés mutuo para sus respectivos gobiernos, que antes eran de carácter político y militar, pero ahora son cada vez más de carácter económico y, en algunos casos, humanitario. La diplomacia humanitaria, por otro lado, no está enmarcada por un régimen tan bien establecido. Sin duda, el derecho internacional humanitario, de derechos humanos y de refugiados proporciona un marco para que los gobiernos lo acuerden. En los últimos años, se han logrado avances significativos en la clarificación y obligatoriedad de tales obligaciones, particularmente en las áreas de derechos humanos y personas desplazadas internas.

Comité Internacional de la Cruz Roja Concepto de Diplomacia Humanitaria

Por ejemplo, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha desarrollado su propia definición de diplomacia humanitaria para reflejar su mandato específico. Mientras tanto, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) cuenta con una nueva división dedicada a promover la diplomacia humanitaria desde 2010. La diplomacia de acceso del CICR se basa en un proceso continuo de negociación para establecer su presencia en estas áreas, manténgase cerca a las personas y comunidades afectadas, y solicitar el consentimiento de las partes pertinentes para permitir que se lleven a cabo las operaciones humanitarias. La acción humanitaria y la diplomacia basadas en principios se preocupan por preservar este espacio neutral, imparcial e independiente: una encarnación de nuestra humanidad compartida que perdura incluso en las circunstancias más difíciles de los conflictos armados y los desastres naturales del mañana.

CASO DE ESTUDIO

IRAK

La diplomacia humanitaria ayudó a las organizaciones no gubernamentales (ONG) en Irak a superar las limitaciones operativas causadas por el espacio humanitario limitado. La ocupación y el gobierno de la Coalición 108 en Irak; la inseguridad resultante en el país; el impacto humanitario de la guerra; y el papel de los diversos actores humanitarios presentes antes y después de la guerra fueron los cuatro factores contextuales que determinaron los esfuerzos de las ONG internacionales en la diplomacia humanitaria en Irak después de la segunda Guerra del Golfo. La situación humanitaria de la posguerra en Irak debe entenderse a la luz de los años de castigar las sanciones económicas y la represión interna del gobierno de Saddam Hussein. Los efectos de la guerra, así como la posterior desestabilización del país tras el establecimiento de la ocupación, exacerbaron el problema. . Después de la guerra, el número de actores involucrados en la asistencia humanitaria y la reconstrucción aumentó drásticamente. Más de 100 ONG internacionales y agencias de la ONU se habían preparado para responder a lo que se esperaba que fuera un gran desastre humanitario. Un pequeño grupo de ONG formó el Comité de Coordinación de ONG en Irak (NCCI) en abril de 2003 en respuesta a la creciente preocupación por preservar el espacio humanitario y garantizar la neutralidad, imparcialidad e independencia operativa de la actividad humanitaria en el marco de la ocupación. La diplomacia humanitaria del NCCI alternó entre dos niveles: buscar soluciones concretas, caso por caso, para las principales limitaciones operativas de las ONG, y buscar un compromiso más orientado al proceso con varios actores para objetivos más amplios, más sostenibles y más basados ​​en principios.

SUDÁN

Hubo intervenciones a gran escala por parte del Programa Mundial de Alimentos y el papel de la diplomacia humanitaria en la búsqueda de objetivos humanitarios operativos en Sudán, que tuvo un impacto en cuestiones operativas. En primer lugar, la diplomacia humanitaria opera en un entorno caracterizado por objetivos políticos múltiples o ambiguos. En Sudán, las otras prioridades del gobierno determinaron la prioridad otorgada al trabajo humanitario, y las exigencias de la guerra civil prevalecieron sobre las preocupaciones humanitarias. Dadas las limitaciones operativas, negociar un espacio humanitario es una lucha interminable. Se argumentará aquí que la diplomacia humanitaria puede verse como un tipo de actividad de implementación de políticas llevada a cabo en un entorno físico y político adverso.

El PMA y sus agencias de ayuda hermanas de la ONU llevan a cabo la diplomacia humanitaria en ausencia de la sanción final de la fuerza. Del mismo modo, la promesa de asistencia gratuita no garantiza una bienvenida incondicional. Las negociaciones son necesarias en todas las etapas de una operación humanitaria, pero no todas son de naturaleza diplomática.

Conclusión

Para garantizar que las voces de los profesionales humanitarios se escuchen en la toma de decisiones humanitarias a nivel mundial, estos profesionales deben aprender a participar e influir en los procesos diplomáticos tanto a nivel mundial como local. Se requiere capacitación en negociación y promoción para influir en la toma de decisiones de las organizaciones multilaterales entre los estados donantes y receptores, así como entre las comunidades locales. La diplomacia humanitaria es un concepto nuevo. Su definición difiere de la de la diplomacia tradicional, que busca gestionar las relaciones internacionales de los estados a través de la negociación. En cambio, la diplomacia humanitaria se centra en “maximizar el apoyo a las operaciones y programas, y construir las asociaciones necesarias para lograr los objetivos humanitarios.

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Redactado por Eric Muhia, International Studies and Diplomacy Graduate Student and Young Diplomat.

21 Septiembre 2022, Kenia

Categoria: Diplomacia

Referencia: EM21092022D    

“Somos una empresa de desarrollo de capacidades que conecta valores, culturas, organizaciones, individuos y sociedades en todo el mundo”

En estos tiempos, no saber de principios de NETiqueta, es prácticamente equivalente a no saber leer o escribir, dado que es la forma en la que nos comunicamos en los últimos años y hacerlo de manera incorrecta, nos puede ocasionar muchos problemas.

Aunque parezca increíble y a pesar de que este término fue tomando forma hace casi 30 años, mucha gente aún no lo conoce y si han oído hablar de él, no le han prestado en muchos casos, la atención necesaria.

Gracias a la evolución de las redes, la difusión de las muchas normas de esta área de conocimiento no se hace tan complicada como hubiera sido un proceso de alfabetización en siglos pasados; sin embargo, es difícil encontrar a gente capaz de reconocer que tiene mucho que aprender en relación a esta rama, ya sea por falta de humildad o porque cuesta creer que es necesario manejar principios de comportamiento para algo tan sencillo como escribir y hacer uso de los variados recursos que la tecnología facilita hoy en los dispositivos electrónicos que tenemos a nuestro alcance.

Es imperioso que se convierta en una materia académica, pero hasta que eso ocurra en el mundo entero, vamos paso a paso buscando profundizar en cada uno de los aspectos que involucran el amplio conocimiento de la NETiqueta bajo un enfoque global empresarial. Para dar inicio a esta tarea, nos abocaremos a la publicación “Netiquette”, libro de Virginia Shea que muchos conocen, en el que se dio a conocer por primera vez “The 10 Core Rules of Netiquette” (Las 10 Reglas básicas de comportamiento en la Red) hace 27 años atrás, en 1994. ¡Empecemos!

Recuerde al humano.

En la comunicación en línea, es muy fácil olvidar que hay un ser humano que va a recibir nuestros mensajes o, alguien detrás de las palabras que leemos. Es sencillo responder a un comentario negativo porque se lee en una pantalla en lugar de mirar a los ojos de una persona. Existe una especie de “libertad” implícita y mal llevada, que muchas veces alienta a actuar o escribir, sin medir consecuencias de manera prudente.

Al no ser un medio presencial, no sabremos con certeza el tono, la emoción, la intención, la expresión del que transmite y recibe un texto o inclusive, la intensidad de un mensaje y esto, puede llevarnos a malas interpretaciones con consecuencias graves e irreversibles.  Una mala interpretación, crea una pésima imagen de alguien que ni siquiera se conoce – (En la red, “la primera impresión” tiene más fuerza que en el mundo presencial) – puesto que la manera de expresarse, la forma de respuesta, la atención prestada, la diligencia y otros aspectos de comportamiento, marcan pautas importantes en la percepción de quien nos lee, más aún en el mundo de los negocios. 

Tenemos que entender que una mala comunicación en línea, además de mostrar una imagen negativa o equivocada, podría romper con relaciones, destrozar una reputación o crear conflictos grupales importantes.

No es extraño que, en el mundo empresarial de hoy, las juntas se hayan convertido en informes por correo electrónico, videollamadas o videoconferencias y que los instructivos y llamadas de atención que se debían dar de forma personal, ahora se den mediante un mensaje de chat o una comunicación en línea. De la misma manera, los grupos de chat corporativos, son algo tan cotidiano, como la necesidad de un registro de Recursos Humanos y aquí, debemos preguntarnos si el o los administradores de dichos grupos, tienen la capacidad para consolidar a ese grupo de gente, con las características y habilidades de un Relacionista Público; comprendiendo que está en ese puesto, no sólo para agregar o eliminar participantes y tal vez bloquear o censurar ciertas publicaciones.  Su función requiere de mayor responsabilidad, dado que está a cargo de varias personas que no pueden verse entre sí y que, por una inclinación cerebral negativa ante un sistema de comunicación que no brinda la claridad de lo que se dice y se quiere decir, van a tender a mal interpretar o mal reaccionar ante una infinidad de mensajes o instrucciones ambiguas que llevan a una serie de disgustos y dificultades que no siempre son fáciles de subsanar.

Por otro lado, no nos olvidemos que toda persona tiene derecho a privacidad y tiempo libre, por lo que, considerar que el chat de la empresa es una extensión de la oficina, es un grave error.  Se deben respetar los horarios y días libres, fuera de horario laboral y los administradores de grupos empresariales o los jefes, deben conducirse bajo normas de respeto y del emblema de dar a los demás, la misma consideración que esperamos para nosotros.

Es necesario recalcar, que el contacto en línea, no permite una comunicación implícita, por lo tanto, se torna ambigua y es fácil ofender u ofenderse. Existe un gran riesgo por el sesgo de negatividad que nuestra mente programa para interpretar la ambigüedad como negativa. Nuestros mensajes deben ser pensados con cuidado para ser enviados y se requiere de una mente abierta para leer los recibidos. ¿A quién no le ha pasado vivir el miedo del fantasma del mensaje que no llega con la idea de que es un mensaje desagradable? Y cuando llega, si el mensaje es ambiguo, nuestro cerebro va a divagar hacia la peor interpretación posible.  Por esto, es importante trabajar para asumir una intención positiva de parte de nuestro emisor y dar una interpretación positiva al leer. Si tenemos la convicción de que tiene un trasfondo negativo, hagamos una pregunta explícita en la forma más respetuosa posible, para salir de dudas.  Bajo todas estas consideraciones, tenemos la obligación de apuntar a una ambigüedad mínima o nula en nuestros mensajes con una actitud transparente y confiable.  El sarcasmo, puede ser genial para muchos y en muchas ocasiones, pero el chat no es el canal adecuado.

Una pared de contención, es pensar si nuestras palabras escritas, podrían ser manifestadas de frente. Es muy fácil escribir palabras o comentarios negativos porque no vamos a ver la expresión de desagrado, ira, frustración o inclusive dolor, de quien los recibe. Si la respuesta es no, revisemos y re escribamos hasta que tengamos la certeza de que no estamos enviando algo que realmente no deseamos enviar. Cuando los mensajes involucran emociones, será mejor esperar que pase el tiempo y si es indefectible, optar por el mensaje cara a cara o el teléfono. Si existe una circunstancia extrema en que debamos manifestar algo que sabemos, no hará feliz al receptor, tratemos de que nuestro mensaje transmita a cabalidad lo que se requiere expresar y así, evitar mal interpretaciones, como es el caso de una llamada de atención o un despido que no se puede dar de forma directa, por problemas de distancia o conexión.

Tomando en cuenta la condición humana de nuestros receptores, no enviemos mensajes ofensivos o fuera de lugar, que pueden ser guardados y divulgados.  Recordemos que una vez que enviamos, perdemos el control de a dónde pueda llegar.  Seguramente la persona agraviada, se sentirá en el derecho de dar a conocer la ofensa si las circunstancias lo requieren, llegando inclusive a estratos legales como pruebas difamatorias u otra tipificación mayor. Está el caso de Oliver North, usuario del sistema de correo electrónico de la Casa Blanca, PROFS, que de forma ingenua y diligente eliminaba notas incriminatorias que mandaba o recibía, pero ignoraba que, en otro lugar de la Casa Blanca, los encargados de sistemas, almacenaban dichas notas que fueron luego usadas como evidencias en su contra en el juicio en el que fue condenado.

Para cerrar, está la referencia del mundo comercial, en que el chat se ha convertido en el canal favorito de los clientes, por que facilita respuestas instantáneas y, cuando es un chat en vivo, se muestra un lado “humano” como parte de la marca corporativa. Adicionalmente, se ha comprobado, que las empresas que ofrecen servicios adecuados de chat, tienen un crecimiento del 6%.

En el lado opuesto, está un 47% de consumidores que se queja por no tener una experiencia positiva de chat y no se debe a las respuestas que pueda dar la persona encargada de informar o atender, sino, a cómo las escribe o manifiesta, lo que puede desmejorar la experiencia del cliente en un amplio porcentaje.  Esa mala experiencia puede tornarse aún más dramática, si la persona encargada de la atención en chat no tiene los conocimientos de NETiqueta en cuanto a atención y servicio en redes se refiere; y dicha experiencia podría convertirse en desastrosa por no tener la capacidad de asumir que se está tratando con un cliente que manifiesta una necesidad, en muchos casos, cargada de emociones que no podemos ver, pero, que se deben prevenir respondiendo con las medidas necesarias. El no hacerlo por falta de conocimiento, ocasiona un gran perjuicio en el crecimiento empresarial, pero este tema, será tratado ampliamente, en otro acápite.

Escrito por Claudia STOHMANN. R. d A., Comunicadora, oradora, escritora, experta de etiqueta y protocolo, y escritora de ProtocolToday

27 de Octubre 2021, Bolivia

Categoría: Etiqueta de Negocios

Referencia: CS271021EN

“Somos una empresa de desarrollo de capacidades que conecta valores, culturas, organizaciones, individuos y sociedades en todo el mundo”

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